Uno se da cuenta
que es mayor,
cuando ante el espejo
se contempla como un viejo.
Uno se da cuenta
y teme ser mayor
cuando al caminar
no eleva los pies al andar.
no eleva los pies al andar.
Uno se da cuenta
que llegaste a mayor
cuando entrando en una habitación
se pregunta
¿a qué vengo yo?
Uno se da cuenta
que ya es mayor,
cuando el vecino te huye
y escapa de tu conversación.
Uno se da cuenta
que es llegado a mayor
cando el nieto te torea
sin temor a tu pitón.
Uno se da cuenta
y se siente mayor
cuando tus consejos,
vanos, en oídos son.
Uno se da cuenta
y teme haber llegado a mayor
cuando solo, filosofas
y te crees Salomón.
Uno, sin darse cuenta,
se ve octogenario
cual orante rosario
de misterios gozosos
Uno al darse cuenta
de penas y gozos
sopesa su balanza
entre hieles y alborozo.
Uno, al darse cuenta
del largo recorrido,
se siente sorprendido
del camino hollado
Del camino pisado,
las huellas ¿perduran?
o el viento
¿las ha borrado?
Uno, al darse cuenta
de haber llegado a Mayor,
en el fondo late el temor,
la duda... la pregunta...
¿Caminé bien o mal?
mi paso ¿fue a mi destino leal?
Difícil contestar ahora,
más tarde, el horizonte lejano,
juzgará mi quehacer hogaño,
premiando o penando
lo realizado otrora.
Uno se da cuenta que es Mayor
y el camino que resta
en empinada cuesta
debo subirlo solo, sin mi amor.
Aquel joven caminante,
aquel caballero andante,
el camino lo ha trocado
en un achacoso anciano.
temeroso y temerario.
BUENAS NOCHES, MAMÁ.