domingo, 27 de mayo de 2018

MEREZCO UN CACHETE.?


         He visto en Pinterest esta imagen florecida por la frase y el deseo solicitado.

       Veo muchas florescencias cuando mis profundos deseos buscan comunicación. 

       Mis deseos,? Recuperar lo perdido. Mis anhelos, convivir lo que hermosamente he vivido.

       Mi dificultad, lograr lo compartido y volver a vivirlo en un viejo invierno, pero florecido.

       Me aterra, dormirme para siempre. Despertar fuera de lo humano. Buscar, ansioso -Mamá- tu mano y no encontrarla. No asirla para besarla, buscarla y no hallarla. Querer apretar mis dedos a tu palma, juntar nuestros anillos, y poner mis labios en tu alma, caminando juntos de nuevo.

      Vive en mi, una esperanza espiritual. Guardo en mi pecho, el deseo de un nuev hogar, para el amor un nuevo lecho. Para el consuelo, caminar por ti acompañado. Lograr, juntos, sin parar, caminando hacia el infinito; pasos y pasos nunca acabados.

     Pese a mi débil fe, a veces tropiezo- mi mal pie - con la piedra del camino, esa que me hace dudar del destino, la que me dice -Eres nada, quien se va a ocupar de ti mañana?. Nunca volverás a ver a tu amada-

     Esa piedra con la que tropiezo, esa piedra que me hace dudar de un infinito mañana, se mereció en mi infantil Confirmación, el cariñoso cachete arzobispal. Sabía mi Mitrado, que el golpecito en mi infantil moflete, era una prueba de mi fe, ante la duda y adversidad.

    Esa maldita piedra, esa duda sobre el MÁS ALLÁ,  me volvería una y mil veces, de nuevo a asaltar. Ida tu, me atosiga sin cesar.

     Gustoso pondría mi arrugada mejilla, curtida por alegrías y penas de la vida, para recibir bien merecido, un sonoro bofetón. Para que me confirmase la Fe, que tras el fallo de mi corazón, se me iba a abrir un mundo de reluciente ilusión. Un disfrutar de Dios y un caminar de la mano que la propia Iglesia nos anilló. Juntos de nuevo tu y yo.

    Quisiera hablar al almendro, me contase cosas de Dios, limpiase de piedras mi camino y acreciese en mi corazón la firmeza, la fe, la confianza de que Mamá, un precioso mañana a tu lado caminaré.

    Pido al almendro me hable de Dios y tras ello, florezcan blancas y pétalos de vida a mi dudoso Sol.

     Esa duda que me asalta, es un sufrido frenesí. Te veré un mañana.?. Sólo me restan tus fotos?. Necesito perentoriamente una nueva Confirmación. Necesito el cachete de mi actual y religioso Pastor. Quizás merezca un sonoro bofetón, por desconfiar en Dios.

    Creo mi amor que, sin verte, no hay cielo, no hay salvación, por eso pongo mi mejilla para que mi FE se afiance en el AMOR. Un cachete ¡por favor!.

    Señor, yo creo pero aumenta mi fe. Expulsa este demonio que atormenta mi pesar, que me mueve sin motivo, a de lo divino dudar. Dame fuerza y valor, dame credulidad, dame ese futuro que tanto me gusta desear.

BUENAS NOCHES MI AMOR.

https://www.youtube.com/watch?v=yQM2Nh19X_0

   

viernes, 4 de mayo de 2018

MANADA o PIARA.



          Vamos a renunciar, a aciertos o errores en la interpretación de la Ley que, actualmente, ha llevado a considerar como abuso lo que para la razón es una violación.

        Doctores tiene la jurisprudencia, aunque faltan Doctoras, para buscar la denominación en Derecho, más exacta y apropiada, a los hechos cometidos por los autollamados lobos de manada que, para mi, no son manada, es una piara de cerdos, embarrados en un lodazal pestilente, carentes de honor y valor. 

        Dejando apartado el sumario, nos retrotraemos al Génesis en el que Eva, fue creada a su semejanza, como compañera de Adán.

        Esa semejanza y ese acompañamiento, encierra en sí, una universal ecuación, una igualdad. Un término de esa ecuación, el masculino, formado por la fortaleza física, la secular sensación de fatuo poder y la facilidad de la caza en la consecución de un porvenir familiar.

        Tras el secularmente oscurecido, signo de igualdad, otro término, el femenino, cargado de ternura maternal, de belleza femenina, de atracción al término contrario y de toda una serie de facultades que igualan la mujer al hombre. Eso sí, con una incógnita a descifrar, la X del amor.

        Cuando la Piara de cerdos, a la que me refiero, presuntuosa manada de falsos lobos, confunde la incógnita del segundo término de la ecuación, con un  resultado incestuoso, está rompiendo la igualdad entre los dos miembros de la ecuación que rige la Vida Humana. 

         Demos el hecho por consumado y analicemos las consecuencias morales de cada miembro. Tomemos, al albur, a uno de los cerdos de la piara. Sí, a uno que cree haber disfrutado por la fuerza, del encanto femenino reservado para el verdadero amor.

        Este cerdo enlodazado, creerá que en un futuro encontrará el amor?. Hallará una hembra dispuesta a amarle, quererle, acariciarle y entregar su cuerpo a él.

       Muy lejos tendrá que huir, vagará miles de kilómetros, para encontrar una fémina que no conozca su falta de respeto hacia la mujer. Respeto, que sí mereció y conoció su Madre y que él, negó a una desvalida y asustada hembra, a la que negó el mismo derecho de que su madre gozó.

       Negro porvenir moral para esta piara, cuya más apropiada solución, sería la de castrarse mentalmente ellos mismos, para siempre, a fin de no avergonzar a su esposa e hijos, si llegan a engendrarlos.

       Si horrorosa es la actitud del primer miembro de la ecuación, miedo, respeto y caridad, merece el segundo miembro, de esta desigualdad.

        Tras el vilipendiado signo de igualdad, se mantenía, antes del oprobio, en toda su lozanía y belleza un femenino miembro de encantadora juventud. Muchas veces soñadora de un amor masculino: fuerte, amoroso, protector de su ternura y gracilidad.

        Me cuesta creer, que uno de los jueces, tenga conocimiento de que esa pobre mujer, sea parte y comunión de la execrable piara porcina. Si lo ha expuesto a los otros jueces, no los ha convencido.

        Hay  que empatizarse con esa desvalida víctima, rodeada de cinco energúmenos, ansiosos de sus partes íntimas. Lo primero que la pobrecita víctima debe temerse, es cualquier exceso que ponga en peligro la propia vida. 

       La postura normal, ante el horror, es cerrar los ojos, desfallecer ante una imposible lucha,  desearse el menor mal y que el reloj de la fatalidad, corra aprisa, para marcar el fin del acoso abusivo, al que se le ha denegado el calificativo de violación.

          Cabe la posibilidad de Recursos y que nuevos jueces interpreten a su criterio la Ley. Lo malo es, que ejerciendo tantas mujeres la carrera de Derecho Judicial,  no exista  nombrada ninguna juzgadora que pueda  evitar tanta interpretación masculina. NECESITAMOS URGENTEMENTE QUE LA LEY SEA INTERPRETADA TAMBIÉN EN FEMENINO y POR EL OTRO SEXO. A QUÉ TANTA MASCULINIDAD?.

BUENAS NOCHES, MAMÁ.

https://www.youtube.com/watch?v=VadWTwz3In4