jueves, 22 de marzo de 2018

OMITIR ALARGA LA NARIZ.


      De escolar, todos los jueves merendaba en casa de mi tía Quintina: jamón, queso, leche y como apoteosis final su delicioso arroz con leche, más delicioso aún, porque Mamá no quería que abusase del dulce. -Estropea los dientes mi niño.

      De vuelta a casa Mamá me peguntaba  - Qué has merendado?. 

       -He merendado:.... jamón,... queso y leche, omitiendo maliciosamente el arroz con leche. Lo omitía, para no mentir, para que no me creciese la nariz como a mi héroe Pinocho.

        María Jesús, mi profesora, nos había explicado muy bien lo que era mentir, diferenciándolo de omitir.

        Si me preguntaban -Has comido arroz con leche? y decía NO. Estaba mintiendo.

        Para no tener unas enormes napias, y unas orejas de burro, en cuanto entraba en casa recitaba en tono alto y cantarín- He merendado: jamón, queso y leche. Ladinamente, omitía esa especialidad de mi tía Quintina, dulzona, sabrosa y con  un leve toque a limón y canela.

       Hoy, cuando me miro al espejo y me fijo en mi nariz, reconozco una buena base de apoyo para mis gafas, pero agradezco mis infantiles omisiones, gracias a las cuales, me libré de que Pepito Grillo se pasease por ella.

       Hoy a mis muchos años, me sigue gustando el arroz con leche del supermercado, aunque se parece muy poco al de mi tía Quintina y además, envasado en porciones que no engañan ni a un diente.

       Lo que sí abundan en el supermercado Partidista,  son  las mentiras y mucho más, las omisiones, ante problemas nacionales, que están moviendo a manifestarse a nuestros jubilados y pensionistas.

       Se omite la verdad, no se afrenta la cruda realidad, el denigrante futuro. La inteligencia artificial, está sustituyendo progresivamente a los trabajos que requieren esfuerzo humano. Se inventan trabajos a jornada parcial, desciende el número de contratos indefinidos y las colas ante las Oficinas de Empleo, cada día más largas, como la procesionaria del pino. Urticante verdad?.

      Mi ordenador ha eliminado con un sólo apunte la anotación del antiguo contable, aquel del lapicero en la oreja, los apuntes en los papelotes de Caja, Banco, Cliente y hasta me da la baja en existencias de almacén, creándome el pedido a realizar. Una maravilla.

      Ese famoso robot español, te limpia la habitación de esquina a esquina, ha sustituido a la empleada de hogar, a nuestras afanadas Cenicientas, en muchas funciones. Huelga mencionar los adelantos de lavadoras, secadoras, vitrocerámicas...y eso, sin mencionar la maquinaria para el Campo o las Obras Públicas.

     Llegará y está próximo, el día en que nuestro piramidal sistema de pensiones, se hunda por la base por falta de trabajo esforzado, por exiguos salarios y jornadas partidas y por cotizaciones insuficientes, para cubrir los derechos exigidos y prometidos a  la parte alta del puntiagudo poliedro.

     No se quieren  afrontar soluciones, estamos en un "déjalo pasar... a ver si cambia", máxime cuando estamos regalando a marroquíes que ni residen ya aquí 5000 euros anuales por no poder soportar cargas familiares a su cargo que los disfrutan al otro lado des Estrecho.

     Cada boda marroquí nos cuesta 10.000 euros, a entregar sin datos, no certificados por bases inexistentes en su país, donde, quizás estén trabajando y superen en mucho, los límites de concesión exigidos a nuestros compatriotas.

      Hemos entregado millones a nuestra banca gratuitamente, renunciando al derecho de devolución.

      Tenemos los servicios telefónicos más caros de Europa, duplicamos gestiones de administración autonómica y estatal.

      Pese a tener funcionarios de carrera, nuestros gobernantes, se rodean de una tribu compuesta por cientos de asesores, nombrados a dedo y que nunca realizaron una prueba de valía o capacidad para su consejo.

      Usted, querido lector, ha necesitado decenas de años para ser acreedor de una pensión; a un Diputado le bastan siete años.

      No se miente, no hay mentirosos, lo que si existe, es una continua omisión a declarar la cantidad de prebendas concedidas. También se omite el declarar la contraprestación adecuada a la "canonjía" obtenida.

      Claro que ese 0,25 % es injusto, sirve para alardear de subidas. Menos alardes y mas ponerse a trabajar en lo que tiene miles de soluciones. Sólo basta poner manos a la obra, servir a quienes debemos de servir y relegar a quienes viven de concesiones inútiles a la Nación.

      No nos mienten, pero se omiten enormes toneladas de arroz con leche, exclusivo para los inútiles amigos, que se comen el dulce de nuestra tía, sin ser siquiera sobrinos. 



BUENAS NOCHES, PEPITO GRILLO.
HAZ QUE VUELVA EL HADA AZUL.

https://www.youtube.com/watch?v=rmqdcH8fQyI

No hay comentarios:

Publicar un comentario