MI MOZA MOLINERA,

           
      Mi muy querida esposa.

      Mi mente por las noches rota como las aspas de los molinos de Consuegra.  
      El viento azota las velas sobre las teleras y comienzan los giros del gigante harinero. En el gigante harinero la energía lograda es mecánica.      En mi molino mental la energía lograda es irreal, no moltura, no transforma, es un devenir de - tras dos años - viejos recuerdos, intensamente vividos y por idos, aún más queridos.

Las aspas de mi molino

al caer la noche, giran y giran,

no cesan,

no se cansan,

en sus idas y venidas.

Sus idas, sus venidas,

mueven en mi mente

mamá,

nuestra rueda catalina.

 Dentada y cada saliente,
encaja perfectamente
en cada huso de nuestra vida

Mi molino esta parado,
desde que tu te fuiste,
mi Molinera;
el Viento no sopla
la rueda no gira
la piedra no muele 
ni una fanega.

Qué hago aquí dentro,
arrancando
 hojas al calendario.
Paso sobre paso,
senda de Calvario,
pensando, 
subiendo, bajando,
paso delante
paso atrás.

Mirando atrás
Molinera, qué felicidad,
mirando hacia adelante
lloro cada instante
que me duele llenar.

Llenar, ¿de qué?
de desierto vacío
de recuerdos perdidos
de sueños heridos
que no vivirán.

Las aspas de mi molino
ya no harinean el trigo,
falta mi molinera
y nadie, en mi puerta espera.

Contra mi deseo,
las aspas siguen girando.
Contra mi deseo,
la brisa viene soplando.
Contra mi deseo
sigo y sigo caminando
sin Ella,
sin sus amores
¿Hasta cuando?
Niña de mis pasiones. 

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