lunes, 27 de febrero de 2017

DOS AÑOS SIN TI.


El último día de Febrero se cierran dos años de tu ausencia, mi amada esposa.

Unidos día a día, cada puesta de sol, es un doloroso engarce con la fecha anterior y cada amanecer, un eslabón añadido al rosario doloroso, de recuerdos encantadores y hasta gloriosos.

Hay que despertarse cada día y dormirse cada noche, sobre una matrimonial almohada, donde el hueco vacío es irrellenable y hacía el que mi mente, corazón y voz, clama en la oscuridad de la alcoba: -  ¡Mama!...¡Mama! , con dolorido acento, con la humildad del abandonado, con la pobreza de quien no tiene nada.

Quien como yo, disfrutó - bajo el paraguas del amor compartido - el grandioso y a la par gracioso tesoro de tus virtudes. Quien como yo, se unió a la - para mi - mejor compañera de camino, valiente y animosa en sus pasos, entregada, rendida, resuelta y brava,hasta en su paso final. Mama, entre los adjetivos dedicados a las mujeres por mi conocidas, uno me brota sobre los demás - Eras la mejor -.

Nunca olvidaré aquel día
mi desaparecida niña
en que te conocí.

 Entre patrones y telas
cortabas con tus tijeras
una prenda de organdí

Tras saludaros a todos,
buscaronte mis ojos,
interesados por ti.

Volvieronse los tuyos:
confiados, animosos;
tus pupilas,
sin mediar palabra
me dijeron sí.

Fue el inicio,
el bendito principio
de tu entrega a mi

Fue el comienzo
de una búsqueda
casi eterna,
sostenida,
con ardor mantenida,
de mis ojos
puestos por siempre en ti.

Hace dos años
que tus ojos
se cerraron.
Aun con parpados
tapados
seguían diciendome sí.

Sí, cuando cortabas con tijeras,
aquella prenda de organdí.
Sí, cuando besé tu fría frente.
Si, cuando el fuego te separó de mi mente.

Hoy, subiré hasta tus cenizas 
seis rosas primorosas,
que dormirán junto a ti.

Cada rosa, un beso,
cada beso, un recuerdo
de lo mucho
de lo todo
que diste a todos y me diste a mi.


Buenas noches, mamá.

Nuestra vida compartida fue un vals.

Óleo de Félix Mestres Borrell 1905



https://www.youtube.com/watch?v=saJ1AVxkFXc








sábado, 25 de febrero de 2017

MEDIO ABUELO.

Querida esposa.
Cuando paseo por los jardines de San Antonio y del Recreo, a menudo, contemplo una parejita de abuelos prendidos del brazo, asidos por sus manos o apoyados en sus cachabas o cayatos. Es un regazo donde aspirar oxígeno ilusionante.

Al jardín del Recreo lo llamaban de" EL Embobadero". Resguardado el Parque por los altos muros del convento  de Santa Ana, era lugar apropiado para unir manos de joven piel y finos amores.

El torax, se me llena aire;  a la vista de los abueletes emparejados;  mis pulmones aspiran fuerte el aroma del tejo centenario. La imagen embobadera percibida, se me clava en la mente, con la desazón envidiosa de lo no logrado. Tras ello espira mi pecho, para entregar y dar escape a la imagen oreante, porteadora de ilusiones anheladas y no alcanzadas.


Te marchaste, mi niña,
buscando una estrella,
te fuiste,
te alejaste
en pos de ella.

Marchaste muy pronto
y al irte, sola
clavaste en mi hondo,
cruel y fina daga
para dejarme solo.

Siempre soñaba,
siempre anhelaba,
caminar juntos
más tiempo;
unir manos
y pensamientos,
entre dedos entrelazados.

 Y tras ese tiempo,
 manos y dedos entrelazados,
pasear el Embobadero,
precediendo
el infantil estruendo
de nuestros diablillos
e inefables nietos.

Envidio lo que veo,
me duelen los abuelos
duelen por pareja
por número par.

Yo, hoy en el Embobadero,
camino solo.
Entre la hierba, hago sendero
marcando huella impar.

No soy un abuelo entero.
No uno manos y dedos
a los de mi compañera.
Marchose a una estrella
dejándomos
privandonos
a mi y mis pequeños,
de la más bella niñera.

Soy medio abuelo
quisiera serlo entero
quisiera formar par
y mis dedos entrelazar
en el Ebobadero.

Preceder a mis pequeños
acompañado por ella.
Se fue,
voló tras una estrella.
Mis niños,
aunque no la vemos
paseemos con ella.

Entre la hierba
hagamos senderos
marcando nuestras huellas,
las nuestras y las de ella. 




BUENAS NOCHES, MAMÁ.

https://www.youtube.com/watch?v=vtQRoNpm2J8





martes, 21 de febrero de 2017

EL PATITO FEO.

Mi niña querida. En la soledad de mi despacho, frente a mi portátil - quiero, amor - confesarte que en nuestros cuarenta y ocho años años de matrimonio, este "tu patito feo", junto a ti, siempre se ha sentido un cisne.

Nunca me ha perturbado el no parecerme al canon de la belleza masculina. Cuando tu belleza femenina me atraía -siempre te he considerado bella - estaba convencido mi pasable atractivo para una hermosura como la tuya.

Bajito, fuerte -tirando a gordito- con incipientes, ya pronunciadas entradas  en mi cabello, segura presa de la alopecia. No me parecía a mi, ser tu preferente candidato, a un compromiso de noviazgo. Ni soñarlo en aquellos inicios.

Estaba convencido, que mi físico, al lado del tuyo, no casaba, no encajaba. Sin quererlo, me veía virtualmente a tu lado y me consideraba un pobrecito " patito feo".

Cuando surjen inconvenientes infundados, todos llevamos, muy dentro, ese lanzado atrevimiento, osadía diría, que nos anima a comenzar. Lo que parece inalcanzable, te anima iniciar con brío la besana, murmurando con el viejo labrador castellano - Con estos bueyes hay que arar -
ASTURIAS. VENTURA ALVAREZ SALA.

Pese a mi falta de atractivo varonil, me vi sorprendido por tu afable acogimiento. Reconozco las murallas y matacanes que, como quien no quiere, ponías a mis intentos de asalto a tu bellísima fortaleza. 

Tres meses de asalto a la barbacana de tomarte del brazo, me ocuparon en mis planes de estrategia.

Seis meses, tardé en lograr escalar las almenas de tus labios y pasear los míos por el adarve de los tuyos, en cada nocturna despedida.

Llegó la hora de una separación, impuesta por mi servicio militar en la Auditoría de Guerra. Cada día, cada mañana, mi tiempo libre era a ti dedicado con una carta,  que enmochilada en el macuto del cartero militar, se unía con las diligencias previas , resoluciones, rebeliones, sediciones o desacatos... Todas salían hacia su destino en los serios juzgados militares de cada plaza. La carta, a ti dirigida, iba a la calle Huelva de Valladolid, pero era tan seria como las demás: firme, justa, entregada y con una sola resolución diferenciada, la de amarte eternamente.

La paga, mi soldada, estaba destinada a Correos. Una carta cada día del patito feo a su cisne amada me obligaron a dar clases particulares para compartir futbolines y meriendas con mis amigos

El hacerme el feo, el no presumir de apolíneo galán, me reportó contigo Mamá, el éxito de tu acogimiento, de tu elección para una vida compartida.

Eso sí, ahora que te has marchado te lo confieso, me costó un triunfo conquistarte. Mis armas: la sencillez de trato, la entrega hacia ti y los tuyos, la delicadeza y el mimo que sólo con el querer se realiza. Mis cartas, mis rimas, nuestro pasear la vida unidos del brazo. El apoyarte, quererte y abrazarte en lo bueno y lo malo.

Lector, si quieres lograr algo inalcanzable, ara con tus bueyes, juega con lo que eres y tienes, hazte un patito feo.

Tras la muerte de mi preciosa Cisne, este patito feo se ha sentido también Cisne siendo sólamente, testigo, nunca protagonista. Testigo de una pura belleza, testigo de una entrega de su amada a su casa, sus hijos, su familia, sus vecinas y semejantes. 

El ser testigo y dar fe de tu obra y entrega es mi actual misión . Tu te fuiste, te marchaste; de momento, tu Obra, tu Recuerdo, perviven, al menos mientras viva yo: tu Patito Feo, tu Testigo. Es un honor.

BUENAS NOCHES, MAMÁ.


https://www.youtube.com/watch?v=Efl5fg5BaG4






martes, 14 de febrero de 2017

SOBRAN LAS PALABRAS.

Tuve la suerte de conocer a un abuelete segoviano: recio, duro, trabajador sin descanso, pero prendado de sus tres hijas. Sin querer, el afecto por ellas, componía sus frases cuando hablaba de sus tesoros filiales. Espontáneamente, sin darse cuenta, su expresión oral delataba cual era la preferida de las tres: ¿Teresa, Sonsoles o Pilar?.

Escuchándole, sin darse cuenta, enseguida adivinabas su predilección escondida cuando peroraba:
-Teresa, vive en Madrid.
-Sonsoles, ha salido a mi rama familiar.
-La mi Pili, tiene unas manos divinas para bordar.
Ese escondido atributo de posesión, la mi Pili, te delataba las preferencias del abuelo segoviano. 

Pues hoy, día de San Valentín, donde quiera que estés, la mi esposa, un beso cariñoso de quien lleva dos años sin verte, de quien lleva dos años, a solas, queriéndote. No sé, por que te lo digo, ya que tú, la mi niña, bien lo sabes. 

Como al abuelo segoviano, sin quererlo, me salen expresiones orales que denotan mi injusta posesión sobre ti. El hondo cariño es injusto, por atribuirse para sí, con ese mi, la tenencia y detectación de un tesoro.

Puedes imaginarte el "San Valentín" que he vivido. En Ávila, no llovía, así que me subí al "León", con la bolsa llena con las flores artificiales de tu nicho. Estos días, los ocupé en lavarlas, para quitarlas el polvo almacenado.

 En Ávila descampado, pero en el Camposanto de Tornadizos, todo un incesante "chirimiri" al que con razón llaman "calabobos".

A toda prisa, lavé las lápidas, tuya y la de Álvaro; coloqué los floreros, rastrillé las hierbas secas que el viento había almacenado y posando mi mano sobre el frío granito os dije ¡Adiós!. Conste que mi mano, fría por la lluvia y el helado viento, notó vuestro calor a través de la losa.

El día y su conmemoración merecían una visita más larga, una parada mejor empleada a vuestro lado. No obstante, pese al frío ambiente, he vuelto a casa reconfortado por haberos visitado. Aunque, la verdad, en todo sitio y lugar por vosotros, la mi Mamá y el mi Álvaro, me siento acompañado.


BUENAS NOCHES, MAMÁ.

https://www.youtube.com/watch?v=8QxkfBf4um4


sábado, 11 de febrero de 2017

TU SONRISA.



Tras dejarme solo. Tras marcharte al más allá, me enteré que el vacío de mi final camino, sólo lo podía iluminar con tu sonrisa. Rebusqué en nuestros álbumes de fotos - una por una - todas las imágenes en las que tu figurabas.

Siempre, para mi, entre miles de oficios, fuiste mi ser preferido: esposa, madre, hermana e insustituible compañera. Con ser eso, con sentirme por ti amado, me bastaba; no precisaba indagar en tu rostro el esbozo de una sonrisa, ni analizarla para encuadrarla con la adjetivación de: alegre, triste o comunicativa.

Tras marcharte, he tenido el grato placer, de revivir contigo, todas y cada una de las sonrisas atesoradas por mi vieja Kodak y mi posterior Canon. De momento, he renunciado a un teléfono móvil con cámara fotográfica, sólo lo uso para comunicarme por voz y - raramente - por texto-

He tenido el placer de resucitar, fotográficamente, el pasado convivido contigo y - esta vez sí - analizar y enterarme, cual neófito principiante: de sentimientos, de ocultas frases,  de los callados mensajes en tus sonrisas pregonados.

He revivido ese movimiento de los músculos faciales, en cada imagen. Lo he estudiado. He indagado sus causas y hasta las he casado con una situación sentimental en nuestra vida matrimonial.

Nuestro largo noviazgo y los primeros años de hogar compartido, se llevan las más abiertas, expresivas y hasta sonoras sonrisas. ¿Causas?... el encontrarnos unidos en la esquina del amor, el entregarnos atados con un lazo indisoluble, el hollar y pisar juntos nuestro futuro.

Franca tu sonrisa, por el regalo a nuestro amor, de ese par de angelitos por ti traídos a nuestra cuna familiar. Su crecer, su educación, nuestra entrega hacia ellos, por pequeños, y nuestra dedicación, por mayores, hacia nuestros - ya ancianos -  progenitores.

Una primera etapa de sonrisas sorpresivas por la felicidad con que la vida nos regalaba: familia, salud, e hijos, primeras comuniones, confirmaciones, el final de su servicio militar.  A esta etapa corresponden tus sonrisas más abiertas y espontáneas.

El fallecimiento de nuestros progenitores, vistió de negro tu semblante. Se enlutó, por unos años la comisura de tus labios. Fotos oscuras con fondo del acueducto romano de Segovia o las Cuevas del Águila en  Arenas. Pese a la oscuridad, sobre el sombreado, la luz de tu triste sonrisa.

Nuestro camino recorrido, siempre en mutua compaña, ha tenido: alegrías y tristezas, avivado paso y horribles parones. Hemos vivido, eso sí, juntos, dolorosos hechos que paralizaron nuestro caminar.

Sobre nuestra vía hacia el destino, un día malhadado, oímos el agudo sonido de alarma de varias ambulancias.  Nuestro pequeño, a punto de cumplir sus 22 años, murió en accidente de tráfico.

Desde ese triste hecho, un álbum tras otro, muestran imágenes familiares pero ninguna tuya.

El crecer de tus sobrinas-nietas, poco a poco, fue rasgando la cerrada comisura de tus labios. El calor de nueva vida infantil, fue para ti el inicio, el resurgir nuevo para tu encantadora sonrisa. Todavía triste y por triste, enormemente bella.

Tus sobrinas-nietas, te adoraban. Para ellas eras su querida TITA. Tú, con ellas, sonreías sus gracias y sus juegos. Su llegada y su infancia aportó: nueva, limpia y destellante luz a tu triste sonrisa.

Mama, la marcha al más allá de tu hijo, asentó en tu regazo a tus sobrinitas-nietas, sobre las que volcaste todo tu afecto maternal, para ellas, renacido en ti.

Vinieron tus nietos y con ellos resucitó tu abierta sonrisa. Sí, aquella de tus años de noviazgo. 

A nuevos amores llegados, nuevas sonrisas; otra vez: francas, abiertas, entregadas, mudas en palabras pero elocuentes en quereres. Todavía tu nieto, habla de noche hacia la estrella a la que tu te has ido. Habla, te habla, pero se enfada porque no le contestas. 

Ya somos dos, tu nieto y yo, los que, con tu marcha hemos perdido esa sonrisa que aún deseamos.

Que tu sonrisa llene el inmenso vacío que en esta casa y familia has dejado.  

BUENAS NOCHES, MAMÁ.



https://www.youtube.com/watch?v=__UmYfxt6i0
 

Mi agradecimiento a Paquita y a todos los que nos leen. Perdonar mi egoísmo, me encanta y ayuda psicológicamente hablar, de noche, con mi Señora. Que mis sentimientos, casi lamentos, puedan ayudar a quienes, como yo, caminamos sin compañera. 



jueves, 9 de febrero de 2017

TUS OJOS.

La vista es el sentido más importante para el ejercicio de las  acciones del ser humano.

Sin dudarlo, pese a su reducida dimensión es la facultad mas intrincada, elaborada y activa de nuestro ser.

Esencialmente, los ojos reciben los estímulos luminosos del exterior, los transforman en señales eléctricas que, tras recorrer millones de neuronas, llegan a nuestro cerebro y nos informan de imágenes, dimensiones, cercanía o lejanía, movimiento y riqueza de colores. 

Para mí, esta maravilla del Creador, encierra y muestra en la mirada: aceptación, rechazo, sorpresa, asentimiento, deseos... toda una innumerable gama de situaciones afectivas y, muy especialmente, las amorosas: maternales, protectoras, fervorosas y llorosas.

Quien dudaría, en el caso de una madre, perceptora de las luces y sombras de su pequeño bebé una mirada-respuesta cargada de amor maternal y fija, inamovible, sobre su rorró. 

Cuando una mujer baja su mirada ante los hombres, defiende la intimidad de sus sentimientos para que no sean conocidos.




Por vez primera te vi
 en la calle Huelva´
 de Valladolid
en la casa de tu tía,
íntima de mis padres allí.

Tras un año desplazado
vistiendo el "kaki" de soldado
en Auditoría de Guerra,
besar a tu tía quería
oírla hablar de su tierra,
de Ituero y de ti.

Charlar con Paco un rato
tomando un chupito del frasco,
e impenitentes,
reanudar verbalmente,
la contienda Barsa-Madrid

Desconocía que tu,
mi niña, estabas allí
que iba a conocerte
y por fin iba a verte.

Tras los besos de rigor
nos sentamos.
Tras ello, todos 
nos  miramos.

Contemplé el tejer, de tu tía, a mi lado,
el rizado cabello de tu prima,
el castaño de sus pupilas,
las canas del tío Paco,
la pantalla del televisor
y sin quererlo
mi amor,
puse mis ojos en ti.

Tus ojos, 
los míos miraron,
vergonzosa, 
tus pestañas se bajaron.

De nuevo,
 sin esperarlo,
 de repente,
 se iluminaron
se alzaron
se abrieron
y en los míos, valientes, se posaron.

Mis ojos, no se arredraron,
tu mirada sostuvieron,
 callados y silentes, te dijeron
 mi recién nacido secreto.

 Mis ojos  gustaban de los tuyos;
recíprocamente,  los tuyos
al posarse en los míos,
mudos hablaban,
discretos, proclamaban,
nuestros escondidos secretos.

Mis ojos con los tuyos, renunciaron
al rizado cabello de tu prima,
al tejer de agujas de tu tía,
al blanco y negro del televisor,
recorriendo, juntos, con amor
el frenético ir y venir
yo te miro a ti,
tu me miras a mi.

Nuestros ojos callados, hablaron
y entre ellos se prendaron 

Un camino juntos iniciamos,
sin palabras,
en silencio,
con amor limpio
y regalado,
del uno al otro,
por las miradas, enamorados.

Tras tu muerte,
tras tu incineración,
tu mirada sigue viva
tu mirada es mi vida
el latir de mi corazón

No pudo el fuego con ellos,
de tus cenizas, resurgen bellos
para mirarme de nuevo,
para en los mios, posarse,
para de nuevo abrazarme
y con la mirada, besarme.

Mama, los siento junto a mi
y al mirarte de nuevo
y al besarte
mi ojos
se inundan de amor
rebosan lágrimas de dolor
que enjugo con lino paciente
con gesto calmado
y doliente.

Sigue posando tu mirada en mi
ya que la soledad
es la ausencia de miradas
deseo seguir viviendo en ti.

Gracias por tus ojos,
bendita por tu mirada,
viviré lo que me resta
al abrigo de tus ojos.
¡ Mi amada !


BUENAS NOCHES, MAMÁ.


https://www.youtube.com/watch?v=MaVIkHP86Xc







domingo, 5 de febrero de 2017

MI ZAMARRAMALA.


SANTA AGUEDA.  LUCA GIORDANO.
Hoy, la localidad segoviana de Zamarramala está en fiestas. Su fiesta más popular y con ecos de universalidad.

 Bueno, mejor dicho, está de fiesta en esa localidad el género femenino, todas las guapas: niñas, mozas, y amas de casa; hasta las muy entradas en años, se han adornado con su festivo traje regional, para escoltar a su "alcaldesa" en la recepción del bastón de mando del municipio.

Hoy, afortunadamente y con sana frecuencia, disfrutamos y gozamos de bellas portadoras femeninas de la varita y poder municipal.

 Era un tostón en muchas localidades, que elección tras elección, aguantásemos el discurso, para la toma de posesión del tío Pacomio, Regidor a perpetuidad.

Eran otros tiempos. Tiempos en los que los hombres vociferaban: -La mujer en la casa y con la pata quebrada.
-Las mujeres juntas. Ni difuntas.

Por lo dicho, surgía, no sólo la devoción, mas bien la afiliación al partido de las Águedas. Al menos, un día, el 5 de febrero, las Águedas eran simbólicamente dueñas de alcaldías en localidades: castellanas, aragonesas y vascas. Un día de festividad matriarcal. 

Poquito a poco, paso a paso, y felizmente ya. - Lo que el diablo no puede, lógranlo las mujeres. 
Napoleón decía: Las batallas contra las mujeres, son las únicas que se ganan huyendo.

Nunca, llegas a tasar, en su fiel valor, lo que nuestras Águedas nos entregan. Su en casa y su pierna quebrada.


Hoy, muy cerca de cumplirse dos años del fallecimiento de mi Águeda. 

Hoy, tras la soledad en mi Zamarramala luctuosa, tras verme perdido entre los tabiques de lo que fue un hogar compartido, he llegado a valorar, a apreciar, lo que una Águeda te puede aportar.

Recuerdo, hoy especialmente, nuestras visitas a Segovia, nuestra bajada a la Fuensanta y desde allí tomar el camino hacia Zamarramala, para contemplar la preciosidad del templo de la Veracruz, sobre cuya  -según la leyenda del caballero de Malta- ningún grajo ya vuela, y desde su explanada admirar la afilada silueta del Alcázar. 

Mi querida segoviana, mi amada Águeda. Aquí estoy, sin ti, en casa y con la pata quebrada. Echando de menos tu cálida compañía. Dando por perdido, lo antiguamente ganado y disfrutado. Ganado y disfrutado que veo, ya muy lejano, al sentirme sólo y sin mi Águeda al lado.

Existen muy hondas razones, para el patronazgo de las vírgenes y mártires cristianas. Profundas y basadas en los atributos arrebatados a cada santa en su martirio.

Lucía, también siciliana, de Siracusa, perdió sus bellos ojos por mantenerse virgen y fiel a Cristo. Águeda, de Catania, perdió sus pechos por idéntica razón.

Para todo ser humano, sin distinción de género, los senos, las mamas de la mujer, encierran un hondo significado atrayente: maternidad, mimo, cuidado, protección, entrega, especialmente hacía el niño. Por ello, Águeda y sus degolladas mamas, son un atributo que confiere a la mujer la potestad de, gracias a ella, henchid la Tierra y creced. 

Mi casa, sin mi Águeda de Ituero, es la de un casado en Zamarramala tal día como hoy: solo, triste, cansino, sin su querida Alcaldesa. No se marchó de fiesta, no, me la arrebató el sino, el sanguinario emperador de hoy, el cáncer.
Mi Águeda quiero Volver a Verte. Quiero ser regido de nuevo por ti.


BUENAS NOCHES, MI ALCALDESA.  

https://www.youtube.com/watch?v=49J2ligvnoA