jueves, 9 de febrero de 2017

TUS OJOS.

La vista es el sentido más importante para el ejercicio de las  acciones del ser humano.

Sin dudarlo, pese a su reducida dimensión es la facultad mas intrincada, elaborada y activa de nuestro ser.

Esencialmente, los ojos reciben los estímulos luminosos del exterior, los transforman en señales eléctricas que, tras recorrer millones de neuronas, llegan a nuestro cerebro y nos informan de imágenes, dimensiones, cercanía o lejanía, movimiento y riqueza de colores. 

Para mí, esta maravilla del Creador, encierra y muestra en la mirada: aceptación, rechazo, sorpresa, asentimiento, deseos... toda una innumerable gama de situaciones afectivas y, muy especialmente, las amorosas: maternales, protectoras, fervorosas y llorosas.

Quien dudaría, en el caso de una madre, perceptora de las luces y sombras de su pequeño bebé una mirada-respuesta cargada de amor maternal y fija, inamovible, sobre su rorró. 

Cuando una mujer baja su mirada ante los hombres, defiende la intimidad de sus sentimientos para que no sean conocidos.




Por vez primera te vi
 en la calle Huelva´
 de Valladolid
en la casa de tu tía,
íntima de mis padres allí.

Tras un año desplazado
vistiendo el "kaki" de soldado
en Auditoría de Guerra,
besar a tu tía quería
oírla hablar de su tierra,
de Ituero y de ti.

Charlar con Paco un rato
tomando un chupito del frasco,
e impenitentes,
reanudar verbalmente,
la contienda Barsa-Madrid

Desconocía que tu,
mi niña, estabas allí
que iba a conocerte
y por fin iba a verte.

Tras los besos de rigor
nos sentamos.
Tras ello, todos 
nos  miramos.

Contemplé el tejer, de tu tía, a mi lado,
el rizado cabello de tu prima,
el castaño de sus pupilas,
las canas del tío Paco,
la pantalla del televisor
y sin quererlo
mi amor,
puse mis ojos en ti.

Tus ojos, 
los míos miraron,
vergonzosa, 
tus pestañas se bajaron.

De nuevo,
 sin esperarlo,
 de repente,
 se iluminaron
se alzaron
se abrieron
y en los míos, valientes, se posaron.

Mis ojos, no se arredraron,
tu mirada sostuvieron,
 callados y silentes, te dijeron
 mi recién nacido secreto.

 Mis ojos  gustaban de los tuyos;
recíprocamente,  los tuyos
al posarse en los míos,
mudos hablaban,
discretos, proclamaban,
nuestros escondidos secretos.

Mis ojos con los tuyos, renunciaron
al rizado cabello de tu prima,
al tejer de agujas de tu tía,
al blanco y negro del televisor,
recorriendo, juntos, con amor
el frenético ir y venir
yo te miro a ti,
tu me miras a mi.

Nuestros ojos callados, hablaron
y entre ellos se prendaron 

Un camino juntos iniciamos,
sin palabras,
en silencio,
con amor limpio
y regalado,
del uno al otro,
por las miradas, enamorados.

Tras tu muerte,
tras tu incineración,
tu mirada sigue viva
tu mirada es mi vida
el latir de mi corazón

No pudo el fuego con ellos,
de tus cenizas, resurgen bellos
para mirarme de nuevo,
para en los mios, posarse,
para de nuevo abrazarme
y con la mirada, besarme.

Mama, los siento junto a mi
y al mirarte de nuevo
y al besarte
mi ojos
se inundan de amor
rebosan lágrimas de dolor
que enjugo con lino paciente
con gesto calmado
y doliente.

Sigue posando tu mirada en mi
ya que la soledad
es la ausencia de miradas
deseo seguir viviendo en ti.

Gracias por tus ojos,
bendita por tu mirada,
viviré lo que me resta
al abrigo de tus ojos.
¡ Mi amada !


BUENAS NOCHES, MAMÁ.


https://www.youtube.com/watch?v=MaVIkHP86Xc







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