Mi joya perdida.
Al cumplirse los quince meses de tu vuelo hacia un deseado mañana, te dediqué una Santa Misa en la preciosa Basílica de San Vicente, en Ávila.
Cientos de veces, juntos como siempre, hemos conmemorado la partida - hacia ese mañana - de nuestros seres queridos. Por quinceava vez, la conmemoro solo, sin ti a mi lado.
Mis ojos, sin pretenderlo, se posaron en el cenotafio de los Mártires: Vicente, y sus hermanas Sabina y Cristeta. Victimas - los tres - del cruel Daciano en el siglo III.
El cenotafio, es la joya del románico medievalista. Relata en bellísimas escenas el prendimiento y posterior martirio de estos hermanos Talaveranos, en el año 307, por no renunciar a su fe cristiana y negarse a ofrecer sacrificios a Júpiter.
Siempre me ha atraído el lado sur del cenotafio. El Pantócrator parece sostenido por el león de San Marcos y el águila de San Juan. Bajo él, un atlante - Júpiter, qizas - se esfuerza por sostener o izar, una dorada rosa, perforada en el centro de sus pétalos y centrada entre dos arcos trebolados con radios distintos.
En el Reino de Castilla, existian tres templos juraderos: San Isidoro en León, Santa Gadea en Burgos y esta Basilica abulense de San Vicente.
En casos intrincados para los jueces, éstos podían solicitar testimonio del acusado, la defensa o el testigo, mediante juramento pronunciado en un templo juradero. Normalmente, sobre las Sagradas Escrituras, en Ávila, sobre la Rosa Juradera, en respeto y profunda veneracion a San Vicente,Sabina y Cristeta.
Recordemos el juramento exigido por Rodrigo Díaz de Vivar, "El Cid" al rey Alfonso VI de León, en Santa Gadea de Burgos y a finales del año 1072.
Alfonso VI juró no haber tomado parte en la muerte de su hermano el rey Sancho II de Castilla por el apuñalamiento, en la espalda del castellano, en Zamora. Juró ante las escrituras a cada requerimiento del de Vivar, quien exigió hasta el AMÉN al monarca, antes de prometerle fidelidad.
Subimos un óleo del pintor cubano Armando Menocal pintado en 1887 y obrante en el Ayuntamiento de
D´Alfafar (Valencia).
La Rosa Juradera de San Vicente, era tan respetada o más, que la Biblia. Existía la creencia popular, muy arraigada, de quien posase su mano sobre la Rosa y jurase en falso, la mano se le quedaría seca. Así que, en prevención de lo relatado en los Evangelios.
https://www.youtube.com/watch?v=5J28tnT3oMs
Al cumplirse los quince meses de tu vuelo hacia un deseado mañana, te dediqué una Santa Misa en la preciosa Basílica de San Vicente, en Ávila.
Cientos de veces, juntos como siempre, hemos conmemorado la partida - hacia ese mañana - de nuestros seres queridos. Por quinceava vez, la conmemoro solo, sin ti a mi lado.
Mis ojos, sin pretenderlo, se posaron en el cenotafio de los Mártires: Vicente, y sus hermanas Sabina y Cristeta. Victimas - los tres - del cruel Daciano en el siglo III.
El cenotafio, es la joya del románico medievalista. Relata en bellísimas escenas el prendimiento y posterior martirio de estos hermanos Talaveranos, en el año 307, por no renunciar a su fe cristiana y negarse a ofrecer sacrificios a Júpiter.
Siempre me ha atraído el lado sur del cenotafio. El Pantócrator parece sostenido por el león de San Marcos y el águila de San Juan. Bajo él, un atlante - Júpiter, qizas - se esfuerza por sostener o izar, una dorada rosa, perforada en el centro de sus pétalos y centrada entre dos arcos trebolados con radios distintos.
En el Reino de Castilla, existian tres templos juraderos: San Isidoro en León, Santa Gadea en Burgos y esta Basilica abulense de San Vicente.
En casos intrincados para los jueces, éstos podían solicitar testimonio del acusado, la defensa o el testigo, mediante juramento pronunciado en un templo juradero. Normalmente, sobre las Sagradas Escrituras, en Ávila, sobre la Rosa Juradera, en respeto y profunda veneracion a San Vicente,Sabina y Cristeta.
Recordemos el juramento exigido por Rodrigo Díaz de Vivar, "El Cid" al rey Alfonso VI de León, en Santa Gadea de Burgos y a finales del año 1072.
Alfonso VI juró no haber tomado parte en la muerte de su hermano el rey Sancho II de Castilla por el apuñalamiento, en la espalda del castellano, en Zamora. Juró ante las escrituras a cada requerimiento del de Vivar, quien exigió hasta el AMÉN al monarca, antes de prometerle fidelidad.
Subimos un óleo del pintor cubano Armando Menocal pintado en 1887 y obrante en el Ayuntamiento de
D´Alfafar (Valencia).
La Rosa Juradera de San Vicente, era tan respetada o más, que la Biblia. Existía la creencia popular, muy arraigada, de quien posase su mano sobre la Rosa y jurase en falso, la mano se le quedaría seca. Así que, en prevención de lo relatado en los Evangelios.
Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.
Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.
Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo[b] hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.
Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.
Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.
Por si las moscas, aquí en Ávila, y ante la Rosa, todo reo o testigo cantaba la verdad. San Vicente no tuvo que lisiar, a Dios Gracias, ni un solo miembro, tan necesario para el sustento cotidiano.
Estas costumbres juraderas fueron prohibidas en el año 1887. La Rosa Juradera cesó en su actividad, No obstante, su recuerdo, su prohibición es un hecho significativo y positivo para la Verdad.
Basta que esté prohibido en el ámbito judicial, no lo está para el entorno amoroso. Por ello, imaginariamente, poso mi mano diestra sobre la Rosa de San Vicente y sin temor a su tullimiento, proclamo:
Ante Dios, Mamá querida,
ante Vicente, Sabina y Cristeta,
tu muerte, para mi, llaga abierta.
Aún me sangra la herida,
ningún otro amor la cicatrizará,
por siempre,
eternamente,
sólo el llegar a ti, la cerrará.
Te juro amor eterno,
sin vos, vivo en el averno
préstame ayuda,
sólo tu darías contento
a mi soledad
a mis problemas
con tu calor a mis venas
con tus caricias
mis huecos, vacíos, llenad.
Y si el Cid lo exige, pues, AMÉN
Y si el Cid lo exige, pues, AMÉN
ESTA NOCHE, MARTE, TU ESTRELLA, ESTA MUY CERCA DE LA TIERRA
https://www.youtube.com/watch?v=5J28tnT3oMs