lunes, 25 de julio de 2016

ÁVILA EN SEFARAD. ( II ).



Con anterioridad al 1492, fecha de la expulsión de los Judíos, Ávila era una pujante ciudad industrial. Ocupaba el sexto puesto en empuje manufacturero. Su mejor exponente lo constituía el Arrabal del Puente. 

Todo un emporio del aprovechamiento de la energía entonces existente, la fuerza del encauzamiento del agua.
MOLINO DE LA LOSA.

En la imagen precedente se documenta - gráficamente - los molinos existentes en el cauce posterior al Puente: El Molino de La Losa, perteneciente al Deán y el Cabildo catedralicio, El Molino de "El Vado" que dependía de la Capellanía de San Vicente. El Molino de los Moros; ambos, tras su desmantelamiento aportaron sus piedras a una nueva y alta pesquera que suministraba agua al Molino de los Batanes.

Aguas abajo, el Molino de los Ysquierdos y el Molino de los Álvarez. La toponimia de entonces, encantadora. Sobre el molino de la Losa, un alto camino, el de "El pan caliente".


En el curso alto del Adaja, antes de llegar al puente, bajo el "Lazareto" se ubicaba el Molino del Monasterio de La Antigua. Un azud encauzaba la corriente de agua hacia los batanes que golpeaban las lanas.

Muchas de estas conducciones tienen su origen en la época romana.
1570 AVILA VISTA POR ANTON VAN DEN WYNGAERDE.


En la vista precedente de Ávila, por el dibujante flamenco, asentado en Madrid como pintor de Felipe II, se observa perfectamente lo abigarrado del Arrabal del Puente. Ante el puente romano, el molino de La Antigua, sobre él la Ermita de San Lázaro. Al lado opuesto, un desordenado enjambre de viviendas y talleres artesanos, preceden a la ermita de San Segundo, anteriormente puesta en advocación a San Sebastián.

Callejas estrechas a la luenga, paralelas al río, para evitar la pronunciada pendiente. 

Hace unos años, afortunadamente, se han mostrado a lo actual, las Tenerías Judías. Filas alineadas de seculares recipientes donde se curtían las pieles.

 En esta soleada zona, iluminada por el Saliente y Poniente, se lavaban las pieles con agua y sal. Se las despojaba de la sal con agua y cal.

 Se las estiraba o estaqueaba en rústicos marcos de madera, siempre a la sombra; tras ello, se las apilaba en mazos prensados para su estiramiento.

 Se las despojaba de su cubierta de pelo o vellón y allí, aguardaban su remojo, en las pilas circulares contenedoras de agua caliente y una proporción de tanino. Baja proporción en las pilas iniciales y  alta en las finales.

Curtida la piel se la engrasaba para hacerla dúctil. Tras ello, se las apilaba, al sol, una con otra, separadas por una capa de serrín que absorbía el exceso de grasa.

Algunas pieles eran teñidas en diversos colores. El Tanino, agente de unión entre polímeros, ademas de dotar a la piel de la propiedad imputrescible, engrosaba su espesor; el colágeno unía las proteínas, formaba fibras y daba tersura y firmeza al cuero.

El Tanino era fácil de obtener: cortezas de pino y roble, cáscaras de castañas, hollejo de uvas. Todo ello se cocía a fuerte temperatura para obtener la esencia curtiente.

Tuvo que contar el Arrabal con un molino bateador. Se necesitaban diez kilos de lana para lograr una manta. Existió en San Esteban una denominada "Cofradía de Carda y Peine".  Primero el vellón, la Rueca y el Huso, tras él, el Telar. En el molino bateador, la prenda era despojada de los restos de óleo portados por el hilo de lana. Humedecida la prenda era golpeada en el Batán para: unirla apelmazarla y darla consistencia.

El Arrabal de El Puente era un  emporio de actividad, un desordenado urbanismo, un centro de malos olores, tan maloliente que, posteriormente, se decidió sacar de la Ermita los restos de San Segundo y subirlos a la Catedral.

 Allí quedó, la pobrecita Santa Paula Barbada en tan fétido ambiente. Hasta entre los Santos, hay categorías. El tiempo lo  arregla todo. Santa Paula, reside actualmente, entre límpidas aguas, viejos molinos y la encantadora Torrecilla del Palomar.

El Arrabal, es un vestigio histórico de alto valor turístico hoy. Ayer lo fue de una industriosa dedicación de nuestros hermanos y convecinos judíos.

Mamá, tu familia tuvo molino en Ituero y Lama. Para tí, con mis 
soledades y recuerdos, con todo mi cariño, esta jota segoviana.
 BUENAS NOCHES. MI MOLINERA.
Niña bonita, vente conmigo.


https://www.youtube.com/watch?v=nkQui57R4W8

jueves, 21 de julio de 2016

CARTAS SIN CARTERO.



En cuanto nos presentaron,
esos tus ojos
sinceros, hasta achinados,
tus lúcidas pupilas,

no sé que destellaban
que en mi corazón
para siempre se encerraron.

Dicen que la distancia
el amor aumenta.
lejos, sin tu presencia,
con cartas
con sellos
con franqueos
consolaba
en mi, tu ausencia.

Miles de cartas
te escribía
una por cada día
que sin ti estaba.

Hoy, tras tu definitiva marcha,
con hondo amor te escribo,
no hay diario consuelo
si mi blog no sube al Cielo,
por sentirte cabe mi,
mi alma.

Ayer, pude saber
que hay cartas que no llegan
que inundan estafetas
que el activo de Correos
siempre son sus Carteros
pero, cada día, son menos.

Que crece la paquetería,
que disminuye la cartería,
que los recortes no amplían
los hombres repartidores.

Horror de horrores.
¿Morirán las cartas de Amor?
Confesar a tu Dueña
que vivir sin ella,
deba viajar envuelto
en plástica bolsa mensajera,
de una empresa pionera
en mensajería urgente.

Correos da confianza
siempre enlazó la esperanza
de entregas de amor.

Decirte, "Te quiero"
con UPS, TNT,o MRV.
no conlleva anhelo.

Firmar acuse de recibo
a un amor entregado,
aún a portes pagados,
no es de uso
entre amante y amado.

Recortar, recortar.
Quieren acabar con Correos.
quieren borrar los anhelos
que tantos escritos
contienen.

Hay sencillos sobres
cantantes en sus interiores
de amores y desvelos.

No son paquetes de repuestos
son sentimientos abiertos
que, siempre, Correos ha guardado.
Un servicio para enamorados
a franqueo, sin portes pagados.

Decir " te amo"
no procede en WhatsApp,
exige un papel no satinado
un rasgo personal,
una caligrafía conocida
el trazo de pluma querida
que te mueva a contestar.

Para decir " Yo, también" 
para iniciar juntos el Edén
por caminos de la Vida.
Para vivirla siempre unida
junto al remitente.

No, y no, a suprimir Correos
es mensajero de sueños, las cuitas,
los deseos
ocultos, escondidos,
son para el Buzón de Correos.

No son para plastificada envoltura,
cerrada con una cuerda
cual vulgar paquetería.
Venga Dios y lo vea.

Hay cartas que no llegan,
hay deseos retrasados.
Deben ser adelantados
velando la Cartería.

Espero que algún día
no tengamos que decir
Te amo, Te quiero,
con hogueras de humo
Sí, con cartas
con sobres
con su sello.
Bendito Correos.


Reconozco ser un anticuado. Quienes en la distancia nos amamos, Correos debe seguir siendo nuestro callado Mensajero. Porteador fiel de secretos.


BUENAS NOCHES. MI DESTINATARIA.

a VECES LLEGAN CARTAS QUE TE DAN LA VIDA y que, en la distancia, EL CARIÑO CRECE.








https://www.youtube.com/watch?v=IX6CeOD9sfM





miércoles, 20 de julio de 2016

ÁVILA EN SEFARAD. ( I ).

Si Ávila descendió muchos peldaños en su importancia ciudadana, los bajó, demasiado aprisa, tras la expulsión de los Judíos en 1492.

En mi infancia, siempre me imaginaba un judío con la faz estrecha, poblado su rostro de ensartada barba, con una bolsa en la mano, repleta de maravedíes y tras una mesa que le separaba de un modesto agricultor, solicitante de un adelanto a su cosecha.

Nada más lejos de la realidad, de los hechos sucedidos y por ellos padecidos. 

Ávila pudo contar con habitantes judíos, mucho antes de la Repoblación de Raimundo de Borgoña, y sí con la dominación romana.

Recordamos la viñeta del Judío, en mi blog sobre el Románico, dedicado al cenotafio de San Vicente. Leyenda del siglo VII o realidad del siglo IV. El Judio, profanador de los Mártires, terminó cariñosamente  sepultado cabe el cenotafio de San Vicente y  sus Hermanas.

En 1290, Ávila era la tercera Aljama de Castilla por las cien familias judías que aquí residían.

En la muralla, frontera a los Jardines de San Vicente, la premura constructiva y defensiva, asentaba sobre las piedras: cistas romanas, moldes pétreos de tuberías de plomo, verracos vettones y hasta inscripciones funerarias hebreas. - "Aquí yace Isaac. Que su alma esté guardada en la bolsa de la Vida".

Los sefardíes, veteranos en la díáspora, curtidos en los cambios de vecindad, no deseaban bienes raíces, eran perpetuos inquilinos de sus modestas viviendas. En Ávila, la mayoría vivían de alquiler en las numerosas casas propiedad del Cabildo Catedralicio.


No se ocupaban en menesteres del Campo. Eran artesanos: curtidores, orfebres, zapateros, médicos y sastres. Coincide que el baldaquino del  Cenotafio de San Vicente, fue obra de un judío.

La Mesta, la Trashumancia, la Carretería y su Cañada, constituían una fuerte demanda que estos artesanos satisfacían. 

Las Tenerías, oficio corriente de los musulmanes, en Ávila estaba atendida por los judíos. Excavaciones recientes, las han aflorado junto a la Ermita de San Segundo, a orillas del río Adaja. Poco a poco, se están restaurando y protegiendo para, en  el futuro, abrirlas al turismo.

Fiscalmente contribuían con sus tributos a la Tesorería Real, superando a veces las aportaciones de cristianos o mudéjares.

Contaban con sus sinagogas: la del Pocillo, la de Belforad, la del Lomo.


SINAGOGA  DEL POCILLO
SINAGOGA DE EL LOMO




Su barrio, la Judería, se asentaba al suroeste del recinto amurallado, en la calle Telares, sus establecimientos en la calle Zapateros, hoy calle Vallespin.


Sus modestas casas, de una sola planta, contenían un patio interior. Aún, hoy, se conservan.

En Ávila, la relación entre las tres culturas y,  religiones fue respetada cuidadosamente. No existieron revueltas o progroms contra ellos. La relación y la convivencia siempre fue fructífera para todos.

La Inquisición no afectaba a los practicantes del judaísmo. Sí vigilaba muy estrechamente a los conversos.

Comercialmente hay que destacar a los descendientes del judío Diego de Bernuy, "judío de señal", admitido entre los cristianos llevando sobe su hombro un distintivo converso. Formaron en España y  Francia toda una red comercial que, posteriormente saltó hasta Sudamérica.

Mamá, siglos mas tarde, llegamos tú y yo, en alquiler, cabe la sinagoga de El Lomo en la calle Esteban Domingo. Allí formamos nuestra pequeña familia. Con el tiempo adquirimos nuestra vivienda en el antiguo Jardín de El Embobadero. El amor, cuadraba con la denominación de el Jardín. Fué nuestra preciosa diáspora hasta que me dejaste solo sin mi añorada sefardita.

BUENAS NOCHES, MAMÁ.



https://www.youtube.com/watch?v=Fg3BrNCfRLE









viernes, 15 de julio de 2016

¡ VUELVE, TORQUEMADA !

Amadísima esposa. Ayer me fui de compras. 

Estando a la espera de mi intervención quirúrgica, tengo mis "polos" veraniegos guardados en la maleta.

 El resto de "polos" y camisas de verano no me agradaban por su deslumbrante blancura. 

Me resultan poco adecuados para un reciente viudo. Por ello adquirí unos nuevos. Uno verde oscuro, otro azul, eso sí con bolsillo, como acostumbro. Al llegar con ellos a casa, el azul me sorprendió por llevar bordado en el bolsillo, la bandera tricolor francesa.

 Tras lavarles los planché, elegí el verde para salir y colgué el afrancesado, para evitar preguntas alusivas a la Eurocopa o el Tour.

Tras los atentados en Niza, ya no me preocupa ponerme el azul con la enseña gala. Si me preguntan los amigos, pues nada. - Fraternidad chicos -

Sobre los sucesivos atentados, repetidos uno tras otro  por malditos "lobos solitarios islamitas", uno - en soledad - se pregunta si Fray Tomas de Torquemada - Primer Inquisidor de Castilla y Aragón - no estará en los infiernos. Quizás, en el Purgatorio, o tras pagar sus celosas culpas, ande - cual alma en pena - por un especial limbo.

Es tal, la endiablada trama, urdida por estos nuevos "herejes" , para atacar a inocentes ciudadanos, que supera la saña y los tormentos inquisitoriales de antaño.

Cada atentado una nueva estrategia. Eso si, siempre tienen en cuenta: la aglomeración de personas, que el daño sea el mayor posible. No importa la raza de la víctima, no interesa su religión. Hasta el segar la vida de los bebés, futuros ciudadanos, va con su idiosincrasia. Su idiosincrasia, la de un acogido, la de un nacionalizado, formado para valores cívicos, para integrarse en una sociedad mejor y más prometedora;  en ella, se sienten fracasados.

La duda me asalta. ¿Tendría Torquemada algo de razón?. ¿Los Reyes Católicos, acertaron con la expulsión de los conversos?.

Nuestra actual sociedad es muy diversa. La formamos los descendientes de los de siempre.  A nosotros se han unido personas de otras razas, de otras formas de vivir, de otras maneras de orar. Querámoslo o no, formamos en la diversidad, una nacionalidad.

 La expulsión no es la mejor solución, no debe serlo. Tenemos que aceptar la convivencia, aún más, la unión entre distintos. Esta unión debe ser respetuosa con las diversas maneras. El paso del tiempo se encargará de reintegrar a unos y de admitir a los otros. 

Tras varias generaciones, se logrará la igualdad , el abandono de velos y chilabas. Sólo el tiempo adecuará las formas, acabará con costumbrismos. Al final, se impondrá la civilización superior sobre la inferior.

En tanto, convivamos, trabajemos, nos relacionemos y admitamos las diferencias. Eso sí, acerquemosnos a sus rectores, tratemos con ellos de tu a tu, expongamos los problemas, solicitemos su colaboración para el bien de todos. Que se sientan parte importante de la Sociedad a la que han llegado y de la que forman parte.

Si eso se logra, no hará falta que Torquemada  vuelva, que no resucite el Santo Oficio y que la expulsión, se torne en reintegración y unión.
,

Me duele la imagen de ese bebé caído al lado de su madre. Él no podrá contribuir ya, a lograr un país en el que todos disfruten de igualdad y fraternidad. Confiemos en las nuevas generaciones. No dudo en que los descendientes de los allegados, sabrán discernir lo mejor para ellos y para todos. El amor, el roce, el cariño, unirá a los nuestros con los suyos. Qué juntos, disfruten de los fuegos artificiales. 

Torquemada, no te levantes, sigue dormido en tu brasero. El tiempo conjugará un mejor futuro a todos. AMÉN.

Mamá, pongo a mano, para mañana, mi "polo" azul con la enseña tricolor. Estaré, para ti, menos feo y para nuestros galos vecinos, muy fraterno.

BUENAS NOCHES, PRÉCIEUSE.


https://www.youtube.com/watch?v=SX8yNRydq9c






jueves, 14 de julio de 2016

MI AVENTURA.

Muy cerquita de la casa de mis padres, calle Labradores, en Valladolid, existía un salón de Cine. Se denominaba "Cine Goya". Casi todos los domingos era nuestra diversión semanal.

Ante su vestíbulo, un carrito de chucherías, era el inicio de nuestros primeros pasos de personalidad infantil. 

Mano al bolso del pantalón, tesorería de nuestra propina dominguera y a regalarse con un cono de chufas, una bolsa de pipas de girasol o unos cacahuetes.

Ascendía rápido los peldaños hasta la taquilla, llevando de la mano a mis dos hermanitas. Yo, el mayor, tenía 10 años y toda la responsabilidad de cuidar de ellas.

Presentábamos los billetes - "las entradas", decíamos - y con antelación suficiente, elegíamos las butacas; siempre al lado derecho y lo más próximas al pasillo central.

Nuestra sesión era la infantil. Poco a poco el patio de butacas se llenaba de espectadores chiquitos. Mientras el operador cinematográfico preparaba las cintas, siempre nos regalaba una marcha marcial, siempre la misma, "Los Voluntarios", en recuerdo de las tropas catalanas camino de la Guerra en África. Eran tiempos de posguerra y a sus acordes, cada pequeño espectador marcaba el paso sobre la tarima o cascaba la pipa de girasol entre sus blancos dientes.

De pronto, cesaba la marcha, se apagaban las luces, se iluminaba el blanco lienzo de la enorme pantalla y el "Nodo" nos refería viajes, desfiles, inundaciones, inauguraciones de embalses...

Tras el Noticiario Documental, se iniciaba la proyección de la película.
Si la producción era de la Metro Goldwyn Mayer, en cuanto rugía el león mi hermana chiquitina, me decía.

- Nin, ésta ya la hemos visto.

El Cine y sus argumentos calaban hondamente en mi. Me atraía el actor que hacía de "bueno". Me repelía el "malo". Me asustaba Frankenstein, en forma tal, que al acostarme miraba, temeroso, bajo mi cama.

Me encantaban las películas de aventuras, las que ensalzaban el valor del héroe. Soñabas imitar a D´Artagnan, parecerte a Buffalo Bill. El Cine constituyó para mi todo un tratado de ética.

Tanto me sedujo que, en mi época docente, aleccionaba a mis alumnos en sesiones de Cineforum.

Pasaron los años y Mamá, iniciamos nuestro noviazgo como una preciosa aventura. Nuestra primera película, juntos, en el Teatro Calderón, "Cincuenta y cinco días en Pekín".

Nuestra aventura matrimonial ha sido un estreno, una sesión continua de felicidad. Contigo, a mi lado, dejé de ser el soñado héroe de nuestra cinta. Pasé a contemplarte como mi amada heroína. Fuiste para mi: "Blanca de Castilla", "Reina Santa", "Agustina de Zaragoza".

Pese a las iniciales oposiciones a nuestra unión, abrazados iniciamos nuestra idílica aventura. Bajo los focos, representamos como geniales actores nuestras escenas. Nuestro convivir ha sido una preciosa aventura, a la que sólo puso fin la enfermedad y la mala suerte.

Pese al dolor por tu partida, me siento feliz de haber rodado junto a ti nuestras preciosas escenas. Miro a mi alrededor y me es imposible encontrar otra intérprete que iguale tu papel estelar.

Como esposa te mereces el "Oscar" a la mejor interpretación, a la auténtica realidad de mi más bella y lograda aventura.

El viento te llevó. Te arrancó de mi. Mi actual aventura es seguirte y alcanzarte donde sea, para - unidos - rodar una secuencia eterna y sobre las olas del feliz pasado, bailar un vals.



BUENAS NOCHES, COMPAÑERA DE RODAJE.


https://www.youtube.com/watch?v=kZVsFBdBYTM

lunes, 11 de julio de 2016

VÍCTOR BARRIO: ORO Y GRANA.

Mamá, te marchaste sin perdonarme la deuda que tenía contigo. Nunca te llevé a una corrida de toros. Tú, mi segoviana, te sentías atraída por el toro, la arena del coso, la majestuosidad de la verónica, el valor del pase de pecho. Nada, yo - tras mi barrera - indiferente a la tauromaquia; te dejé marchar sin saldar mi deuda.

En estos días, el oro del coso turolense se tiñó de grana sepulvedana. Allá arriba, abristeis estelar puerta a un joven matador segoviano, Víctor Barrio. Desde ahora, él - como dice Raquel su esposa - desde vuestra estrella, se asomará para contemplar Sepúlveda, cada noche, para verla iluminada por el oro de sus piedras areniscas.

Todo amante del Campo y de sus seres: bravos o mansos, tiene como ellos querencia a su figura, a su trote, a sus mugidos, a sus dormideros.

Se ha encendido la disputa entre los amantes del toro y los que defienden su buen trato. Es difícil que los contrarios a la tauromaquia hayan nacido sobre el pasto o bajo el encinar. El toro lleva en sus genes el poderío, el afán de lucha. Unos mueren peleando en el Coso, otros de recia casta, son sacrificados en el matadero para alimento de ese ser superior, el hombre. Casi ninguno muere de viejo. Es imposible hallar sobre la pradera la cornamenta, el esqueleto de un viejo cornúpeta.

Estoy contra el maltrato animal, pero quiero entrar en la mente de ganaderos, de hombres camperos, de mayorales y de los defensores del toro.  Gente sencilla, nacida cerca de la manada, que tiene puesta en ella su razón de vida, su única empresa, su pan de cada día. Gente que ve nacer al choto, que lo cuida, que lo alimenta que se desvive por él y que lo considera cual un miembro más de su entorno familiar. 

 Le pone un nombre con cariño. Tras formarlo para la pelea, lo encajona en un transporte y con lágrimas en los ojos lo apea en los toriles del Coso.

Tras verle embestir, le duelen -igual que a su toro- las banderillas, siente en su carne los puyazos y... para él: mayoral, saltaría de gozo si desde la Presidencia llegara el indulto a su res.

 Lo formó para la pelea pero... su mayor gloria sería curar las heridas de su querido morlaco entre las encinas de su dehesa. Lo formó para la guerra, para morir. No obstante, cada estocada certera es un adiós a unos años de convivencia. Cada  indulto, un reencuentro gozoso. Me cuesta creer que ese mayoral forme parte del grupo maltratador de los toros.

Me ha encantado contemplar unas fotos del valeroso Víctor Barrio. Todo un valiente luchador, Todo un gran torero, se abaja suavemente, cual las Hoces del Duratón, hasta los niños. Les enseña a tomar el capote, a prender la muleta, a torear de salón.

La tauromaquía ha decaído, no obstante perdurará.


Teruel fue su último coso en esta torería. Teruel tierra del Torico izado en su columna, del ángel, la vaquilla y del joven vaquerizo, portan una estrella, la que Víctor ha logrado en su seria faena por un pitón, torcida al probar el asta contraria del morlaco "Lorenzo".

La Vida, sigue pero algunos faltan. Quienes como su esposa Raquel, viviremos junto a un hueco enorme, tendremos que afrontarlo. La Vida como las Hoces del Duratón siguen doblando. Que quienes nos adelantaron en su curso nos esperen hasta, de nuevo juntarnos.

Víctor, proseguirá toreando de salón con los angelitos, allí como aquí ,con los niños.

Sí, si logró salir a hombros por la Puerta Grande, nuestros corazones se la han abierto de par en par. ¡Bravo, Maestro!.



BUENAS NOCHES, MAMÁ.



https://www.youtube.com/watch?v=KCUgNLGPT6k







martes, 5 de julio de 2016

TOMAR LAS DE VILLADIEGO.

Siempre, Mamá, en mi corazón. Tú y nuestro querido hijo Álvaro. El próximo día 7, cumpliría cuarenta y tres años. Unos días antes de celebrar los 22, el 30/06/1996, un desvanecimiento en carretera lo estrelló contra un árbol. 

Mil veces, he tomado esa curva como prueba. Mil veces he soltado el volante de mi automóvil. Mil veces, la trayectoria me ha confirmado el fatal final.

La vida, Mamá, nos ha zurrado duro. Ganas me dan de "tomar las de Villadiego" aplicando erróneamente el dicho a las alforjas villadeguienses.

 Para mis nietos, mágicamente, surjen de mis alforjas "paraguas de chocolate" y golosinas que les hacen sonreír y gozar con su abuelo. Por ellos, por su cariño, no cuelgo mis alforjas sobre el asno de una vida, en la que me falta la presencia real dos seres, ya virtuales.

Pero... dos alforjas, dos maletas, me traen loco. Coloco cosas, las saco, las vuelvo a introducir. Una maleta con destino al  Hospital para una intervención a corazón abierto. Otra, para mi factible estancia en una residencia geriátrica, durante una necesaria recuperación.

Por ello, Mamá, mi blog enmudecerá por un tiempo. No podré, desde aquí, decir ADIÓS a ti y a quienes cansamos con nuestros "decires". Camino del quirófano, os tendré muy presentes. Si despierto, volveremos a compartir sentires - otra vez - unidos virtualmente.

El origen de "Tomar las de Villadiego" se refiere a subirse un prestamista judío, apresuradamente, a una cabalgadura; asentar sobre su lomo, unas alforjas repletas de doblas  y tomar a uña de caballo el camino hacia Villadiego.


El oro judío, ayudó en muchas ocasiones a nuestros reyes en empresas conquistadoras, en avanzar hacia el Sur las líneas de frontera; en apoyar luchas intestinas entre reales hermanos.

Una  encomienda de Fernando III, prohibía apresar a los judíos en la localidad de Villadiego. Encomienda confirmada por Alfonso X, el Sabio, en el año 1225.

"Sepades que yo recibo en mi comienda, et en mio defendimiento los judíos de Villadiego".

Los judíos que entraban en Villadiego, se dirigían a la puerta trasera de la iglesia de San Lorenzo para lograr refugio y asilo. En la puerta de dicho templo, existe una tablilla con la leyenda "IGLESIA Y ASILO".

Allí eran atendidos, avecindados y, como era obligatorio para ellos, salían de nuevo, a la calle,vestidos ya con las calzas amarillas.

Portantes de sus gualdas calzas, podían sentirse protegidos y libres de las amenazas en otras villas recibidas, especialmente por la usura aplicada a sus préstamos.

La Comunidad Judía fue muy importante e influyente. Llama la atención su Plaza Mayor, única por su doble soportal. Esta división fue promovida por los comerciantes semitas que necesitaban cierta separación para sus clientes.

Se hace referencia en El Quijote y La Celestina, a la protección que esta localidad prestaba a los Judíos, eso sí, siempre que vistiesen sus obligatorias calzas amarillas.

Pues a usar dicha prenda. En caso de no resultar apropiada, guardar unos calcetines amarillos en el cajón de la mesilla. Nunca se sabe lo que el camino de la vida nos esconde. Si surge una mala sorpresa, tomar el camino a Villadiego y refugiarse en su doblado soportal.





BUENAS NOCHES, MAMÁ.
BUENAS NOCHES, ALVARO.

 
https://www.youtube.com/watch?v=ktQfeGD8_pM



domingo, 3 de julio de 2016

EL IDIOMA. ABRAZO HABLADO.

Mi amada castellana. Tú, segoviana, tu esposo vallisoletano. Nuestro hogar ha sido siempre locutorio del mejor "parlar castellano". 

Mamá, en tu estrella, tiene que dominar nuestra lengua. Bueno, salvo el chino mandarín, vencedores por goleada. Yo, te sigo escribiendo, como en la "mili", casi carta por día. Cuando yo parta hacia ti, como Nino Bravo, con un beso y una flor, quemaremos - juntos - todos mis mensajes virtuales franqueados. El humo de la quema me olerá a incienso. Cogidos de la mano, de nuevo, la hoguera de mis blogs, abrasará tristes recuerdos de soledad e inundará de perfume una nueva y compartida vida.

Iberia, dominada por los romanos, balbuceaba latín. Mezclaba el ligur con el itálico. Nuestro origen lingüístico indoeuropeo aprendió - como niños - por imitación. Tras una etapa de balbuceos fuimos añadiendo las palabras latinas más necesarias para nuestra relación con los demás.

Poco a poco logramos distinguir: el número, el género, y las formas verbales. Tras lograr la comunicación y la expresión, antes de aplicar a la nueva lengua, nuestro estado afectivo y lograr la oración verbal que, mejor, exprese nuestra idea a comunicar, invasores venidos del " vulgo " añaden locuciones navarro-aragonesas, expresiones del euskera. Se anuncia un nuevo parto, el nacimiento de la lengua romance.

El vulgar romance, crece, domina y se extiende. El "vulgo" lo ha creado y lo impone como nueva norma de comunicación.

Nuestra convivencia con francos, astures, vascos y lusitanos, aporta un rico e inmenso léxico a la nueva lengua romance. Los siglos, los Reyes, sus códices y leyes, la frontera, el comercio y los usos, juegan con las palabras y las oraciones.

Para contemplar, hoy, esos cambios me he fijado en la toponimia de nuestra querida localidad de Tornadizos de Ávila.

Cerca de  la estación de ferrocarril de La Cañada, las más elevada de nuestra férrea geografía, existe el Alto de Valdelavía. 

Siguiendo a J. M. Gonzalez nos indica que "Avía" es un término indoeuropeo, muy extendido en Celtiberia que indica corriente fluvial.


En Valdelavía, se unen el río Gaznata, el  arroyo Majada Honda y el manantial de la Ventilla. 


Efectivamente existió un caserío en el término de Tornadizos denominado VALDEAVIA. Para más sorpresa el  nombre Gaznata procede del  latín "gracinare". O sea lugar de graznidos.

Mira por donde, Valdeavia, por culpa del ferrocarril se trocó en VALDELAVÍA.


Para subir a la "Iruela" de Tornadizos, o saltas de piedra en piedra el río Tornadizos, llamado también " El Chico" o rodeas hasta el rústico puentecillo que da camino al molino.

Iruela es un parónimo que proviene de Uruelas: significa era, pedazo de terreno o cuarto de viña. Saltado el río, al llegar arriba, una amplia era luciente de verdor, confirma la certeza toponímica.

Existe en la localidad una dehesa denominada Espeluca. Para mí denominación celta. No obstante, el mismo nombre aparece en la provincia de Jaén para nombrar a las cuevas de Espeluca, que dicen, tienen origen visigótico.

El Gansino. Finca atravesada por la vía férrea para llegar a la estación de RENFE en Ávila. Esta dehesa, aparece  en la descripción del Sexmo de Santiago como el Canssino. Acepción que puede referirse a cansancio o a campesino.

Toda la toponimia de Iberia, es un ir y venir de cambios impuestos por hechos, por nuevas acepciones, por influjos de los tiempos o el poderoso "vulgo" dueño y señor del léxico.



Desde San Millán origen del castellano, nuestra lengua sigue viva y pujante. Felicitemosnos.

BUENAS NOCHES, MAMÁ.

Más allá, habrá un lugar donde el sol, cada mañana, brille más.

https://www.youtube.com/watch?v=V6uJQNKnMNY

viernes, 1 de julio de 2016

LA HIJA DEL MONTERO.



Muchas veces recuerdo, Mamá, nuestra vuelta de vacaciones. Los niños dormidos, tú encantadora con la luz de la alborada brillando en las pupilas. Dejamos la costa murciana, la Mancha, Madrid y Villacastín. Cuzábamos, camino de Ávila, el puente sobre el río Voltoya. Siempre mirábamos a lo alto del cerro, esperando ver el fantasma, la aparición de aquella jovencita de mal oficio, con centro de trabajo en la vieja carretera N.VI. fallecida. Nunca la vimos.

Y es que nuestras tierras serranas, son una fecunda editorial de leyendas, de apariciones. 

Hoy, en la localidad de Hoyo de Pinares, se celebra y se camina la Ruta de la Hija del Montero. El Montero, la fantasmal madre y hasta el aquelarre de brujas raptadoras de la bella niña, figuran y teatralizan la vieja leyenda.

No me asustan los fantasmas. Parejo con la esposa del Montero, correría: montes, rocas y pinadas, por ver de nuevo la luz de la alborada en tus amadas pupilas.

Y renuncio a escribir. Invito a leer el transcrito poema sobre esta antigua leyenda serrana.


Cenando están los cabreros,
arrimados a las ascuas;
cenando están en silencio
so la bóveda estrellada.
Gruñe el mastín de repente
y como flecha se lanza
entre los secos jarales
y tras las peñas quebradas;
sus ojos parecen lumbre
y melenas erizadas,
la fiera boca previene
y sacuda las carlancas;
mas de pronto, se detiene,
las pupilas dilatadas
y el furor que le impedía
en frío terror se cambia;
quiere ladrar, y un aullido
de pavura se le escapa.
Ya tras él, un zagal llega,
volteando la cayada
y, como él, queda inmóvil,
tanto lo que ve le espanta.
Una visión transparente
ve que hacia él se adelanta:
es una mujer que llora
y le clava sus miradas,
que se acerca, que le toca
y, con voz acongojada,
dice al zagal temeroso:
"¡Tú tampoco sabes nada!"
-II-
Al zagal, desvanecido,
han alzado los pastores
y en el chozo, con el vino,
consiguen que se recobre.
Cuenta el mozo su aventura,
agitado por temblores,
y se santiguan los viejos
que ya la historia conocen.
Escrutan con la mirada
en lo negro de la noche,
por si la blanca fantasma
sigue en los alrededores,
y dicen un Padrenuestro
por la redención del pobre
espíritu vagaroso
que sufre penas atroces
hace muchos, muchos lustros,
flotando en aquellos bosques,
sin encontrar lo que busca,
llamando con tiernas voces,
dando a las veces aullidos
que el ánimo sobrecogen,
siempre llorando, y en torno
del mismo lugar, en donde
muchos años hace estuvo
la antigua Cruz de Serores.
Tranquilas ya las conciencias,
un viejo pastor se pone
a repetir la leyenda,
que el zagal escucha inmóvil.
-III-
En El Hoyo de Pinares
vivía un tiempo un montero
con su esposa y con su hija
como un querubín del cielo,
tan bella y dulce, que estaban
padre y madre, a cual más ciegos.
Después de una montería
del Rey don Carlos III,
volvió el montero a su casa
consumido en sus deseos
de acariciar a su niña
envolviéndola en sus besos.
Mas ¡ay!, que el hogar amante
estaba frío y desierto;
la niña había salido
al prado y no había vuelto,
y la madre, enloquecida,
temiendo un atroz misterio,
al ver llegada la noche,
saliose al campo, sin miedo,
dando gritos que desgarran
el corazón más perverso.
Helado queda el buen padre
ante el horrible suceso;
montó en su jaco peludo
y partióse como el viento.
Corrió bosques y praderas,
cruzó galopando el yermo,
entró en cuevas y barrancos,
y a la mañana, en un cerro,
encontró bajo unas peñas,
vacíos, casi deshechos,
los zapatos de su niña
junto a un reguero sangriento.
-IV-
Ved a la madre cual corre
valles y montes cruzando;
el instinto es quien la guía;
su amor alarga sus pasos;
hecha jirones la ropa
por las zarzas y peñascos,
con las carnes desgarradas,
sangrantes los pies y manos,
anhelante, con gemidos,
corre a su hija llamando.
Sabe que fueron las brujas
las que a su hija robaron
y va a disputar la presa
con mordiscos y arañazos.
- ¡Brujas! ¿Dónde estáis las brujas?
-va la triste así gritando-
¿Dónde os juntáis esta noche,
que quiero despedazaros.
Y a las ruinas de la ermita
de los moros, registrando,
no halla a las brujas, y sigue
por el fondo del barranco.
Ante el viejo cementerio
de Cebreros se ha parado;
golpea recio en la puerta,
a las brujas invocando,
y sólo el eco responde
a sus gritos desolados.
Una campana remota
lanza las doce al espacio;
a Oriente surge la luna,
que está en su menguante cuarto;
por encima de los pinos,
a través del aire helado,
siéntese crujir de huesos...;
suenan zumbidos extraños...:
son las brujas, que galopan
hacia el cerro de Guisando.
-V-
Hay una vieja cañada
más debajo de Cebreros,
y traspuesto el río Alberche,
que va a tierras de Toledo;
junto al cerro de Guisando
pasa este camino viejo,
tan apartado y tan solo
que, de noche, su misterio
produce a aquel que lo cruza
una crispación de nervios.
En lugar tan retirado
y en la ladera del cerro,
hace siglos, ciertos monjes,
alzaron un monasterio.
A un lado de la cañada,
finando el siglo quinceno,
hubo una venta modesta,
de la que no quedan restos,
donde Isabel la Católica,
de tan glorioso recuerdo,
fue reconocida Reina
por el castellano Reino.
Otras reliquias famosas
se hallan en el lado izquierdo
del camino y, en un llano,
cuatro toros berroqueños
tallados en tosca piedra
no sabe nadie en qué tiempos;
de los cuatro, hay uno roto,
derribado por el suelo,
y en los otros quedan huellas
de ciertos raros letreros;
miran todos al Poniente
y ninguno tiene cuernos.
A este lugar misterioso,
envuelto siempre en silencio,
llegó, en su carrera loca,
destrozada y sin aliento,
la pobre mujer aquella
que, por su hija gimiendo,
iba invocando a las brujas
en una noche de invierno.
-VI-
Cerca del cénit andaba
la luna la noche aquélla
cuando, en torno de los toros,
tallados en tosca piedra,
las brujas todas de Gredos,
con las de la Paramera,
de la Peña de Cadalso
y risco de Las Cabreras,
danzando en rápidos giros,
celebraban una fiesta.
Del toro que está en el medio
subido sobre la testa,
estaba un cornudo chivo,
de barba rojiza y luenga,
presidiendo las locuras
de las arpías aquellas.
Daban terribles chillidos
y, al resplandor de una hoguera,
se iluminaban sus caras,
espantables, más que feas.
Todo lo estaba mirando
la madre, de miedo llena,
sin atreverse a acercarse
a la inmunda patulea;
mas, besando con ternura
la cruz que consigo lleva,
siente el pecho confortado
y hacia las brujas se acerca:
- ¡Dadme a mi hija! –les grita;
y al punto la danza cesa
y corren a rodearla
haciendo espantosas muecas;
ella avanza, decidida,
hasta el chivo, que la observa;
el monstruo, con un balido,
le pregunta: - ¿Qué deseas?
- ¡Mi hija –responde la madre-,
a la que robaron éstas!
Pregunta el chivo a las brujas
y todas entonces niegan,
después, a los cuatro vientos,
aúlla el chivo con fuerza,
y del horrible alarido
dan cien ecos la respuesta.
Preséntanse cuatro lobos,
cuyos ojos centellean,
y dicen que en sus comarcas
nadie ha visto a la pequeña,
que si alguno la encontrara
no fuera mala merienda.
Irrítase el chivo entonces
y lanzando mil blasfemias,
clava sus ojos en una
de las brujas que le cercan
y así la acusa: - ¡Tú has sido!
¡Tú, envidiosa y embustera!
- Sí, yo- responde la arpía-.
Allí la tengo en mi cueva;
allí la guardé esperando
a que la madre viniera
para pagar el rescate
haciéndose compañera.
- No está mal –exclamó el chivo-
Si a aceptar estás dispuesta,
te daremos a tu hija
a condición de que vengas
a juntarte con nosotros
y a ser una de las nuestras.
En El Hoyo de Pinares
no hay mujer joven ni vieja
que represente mi estado
de cien años a esta fecha.
Más que espantada se halla
la madre con la respuesta;
duda un poco, no pensando
que en la duda se condena:
tanto el amor de su hija
le trastorna la cabeza.
Mas pronto da un alarido;
la fe en sus ojos incendia
y un ¡no! rotundo sus labios
pronuncian como rspuesta.
- Pues bien: dádsela a los lobos
-es del chivo la sentencia-
y a la madre, desde ahora,
hacédmela prisionera.
Ya vienen todas las brujas
a sujetarla con cuerdas;
mas ella levanta el brazo
y pone la cruz ante ellas;
prodúcese un torbellino,
la tierra y el cielo tiemblan,
y todos desparecen
y sola la madre queda.
Rompe en llanto de amargura
y volver a casa piensa.
Comienza a andar y se doblan
por la fatiga sus piernas;
siente que la van siguiendo
y entonces el paso aprieta;
vuelve a correr como loca,
cruza el Alberche, el Becedas...;
casi arrastrándose trepa...;
llega al fin ante las rocas
donde estaba la cruz puesta,
y sin lanzar un gemido,
de bruces se cae, muerta.
Allí más tarde, su esposo,
lleno de dolor la encuentra.
El cuerpo fue recogido,
pero el alma quedó en pena.
-VII-
Desde entonces anda errante
por todos estos contornos
aquella alma desgraciada,
preguntando siempre a todos,
caminantes o pastores,
que la miran temerosos,
si pueden darle noticias
de la niña que el demonio,
por conducto de las brujas,
le robó en tiempos remotos.
¡Alma triste, que así vaga
sin momento de reposo,
e ignora que, al fin, su hija,
fue comida por los lobos!
____

Romance anónimo del siglo XVIII.
 
Fuente | Reproducido en el Programa de Fiestas San Miguel 1986, por D. Alipio García León, quien a su vez lo conoció a través del poeta cebrereño Hermenegildo Martín Borro. Está incluido en el libro Los Cantores de la Sierra (Antología). Desde el siglo XIV hasta nuestros días, recopilación de José García Mercadal (Ed. Bergua, Madrid, 1936). También aparece en Leyendas y Evocaciones de la Serranía, de Juan Almela Meliá (Sociedad General Española de Librería, Madrid, 1929, Reeditado en facsimil en 2008 por la Comunidad de Madrid y la Real Sociedad Española de Alpinimo Peñalara).  


BUENAS NOCHES, MAMÁ.

En el viaje de la vida, todo puede suceder.







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