martes, 5 de julio de 2016

TOMAR LAS DE VILLADIEGO.

Siempre, Mamá, en mi corazón. Tú y nuestro querido hijo Álvaro. El próximo día 7, cumpliría cuarenta y tres años. Unos días antes de celebrar los 22, el 30/06/1996, un desvanecimiento en carretera lo estrelló contra un árbol. 

Mil veces, he tomado esa curva como prueba. Mil veces he soltado el volante de mi automóvil. Mil veces, la trayectoria me ha confirmado el fatal final.

La vida, Mamá, nos ha zurrado duro. Ganas me dan de "tomar las de Villadiego" aplicando erróneamente el dicho a las alforjas villadeguienses.

 Para mis nietos, mágicamente, surjen de mis alforjas "paraguas de chocolate" y golosinas que les hacen sonreír y gozar con su abuelo. Por ellos, por su cariño, no cuelgo mis alforjas sobre el asno de una vida, en la que me falta la presencia real dos seres, ya virtuales.

Pero... dos alforjas, dos maletas, me traen loco. Coloco cosas, las saco, las vuelvo a introducir. Una maleta con destino al  Hospital para una intervención a corazón abierto. Otra, para mi factible estancia en una residencia geriátrica, durante una necesaria recuperación.

Por ello, Mamá, mi blog enmudecerá por un tiempo. No podré, desde aquí, decir ADIÓS a ti y a quienes cansamos con nuestros "decires". Camino del quirófano, os tendré muy presentes. Si despierto, volveremos a compartir sentires - otra vez - unidos virtualmente.

El origen de "Tomar las de Villadiego" se refiere a subirse un prestamista judío, apresuradamente, a una cabalgadura; asentar sobre su lomo, unas alforjas repletas de doblas  y tomar a uña de caballo el camino hacia Villadiego.


El oro judío, ayudó en muchas ocasiones a nuestros reyes en empresas conquistadoras, en avanzar hacia el Sur las líneas de frontera; en apoyar luchas intestinas entre reales hermanos.

Una  encomienda de Fernando III, prohibía apresar a los judíos en la localidad de Villadiego. Encomienda confirmada por Alfonso X, el Sabio, en el año 1225.

"Sepades que yo recibo en mi comienda, et en mio defendimiento los judíos de Villadiego".

Los judíos que entraban en Villadiego, se dirigían a la puerta trasera de la iglesia de San Lorenzo para lograr refugio y asilo. En la puerta de dicho templo, existe una tablilla con la leyenda "IGLESIA Y ASILO".

Allí eran atendidos, avecindados y, como era obligatorio para ellos, salían de nuevo, a la calle,vestidos ya con las calzas amarillas.

Portantes de sus gualdas calzas, podían sentirse protegidos y libres de las amenazas en otras villas recibidas, especialmente por la usura aplicada a sus préstamos.

La Comunidad Judía fue muy importante e influyente. Llama la atención su Plaza Mayor, única por su doble soportal. Esta división fue promovida por los comerciantes semitas que necesitaban cierta separación para sus clientes.

Se hace referencia en El Quijote y La Celestina, a la protección que esta localidad prestaba a los Judíos, eso sí, siempre que vistiesen sus obligatorias calzas amarillas.

Pues a usar dicha prenda. En caso de no resultar apropiada, guardar unos calcetines amarillos en el cajón de la mesilla. Nunca se sabe lo que el camino de la vida nos esconde. Si surge una mala sorpresa, tomar el camino a Villadiego y refugiarse en su doblado soportal.





BUENAS NOCHES, MAMÁ.
BUENAS NOCHES, ALVARO.

 
https://www.youtube.com/watch?v=ktQfeGD8_pM



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