Amadísima esposa. Ayer me fui de compras.
Estando a la espera de mi intervención quirúrgica, tengo mis "polos" veraniegos guardados en la maleta.
El resto de "polos" y camisas de verano no me agradaban por su deslumbrante blancura.
Me resultan poco adecuados para un reciente viudo. Por ello adquirí unos nuevos. Uno verde oscuro, otro azul, eso sí con bolsillo, como acostumbro. Al llegar con ellos a casa, el azul me sorprendió por llevar bordado en el bolsillo, la bandera tricolor francesa.
Tras lavarles los planché, elegí el verde para salir y colgué el afrancesado, para evitar preguntas alusivas a la Eurocopa o el Tour.
Tras los atentados en Niza, ya no me preocupa ponerme el azul con la enseña gala. Si me preguntan los amigos, pues nada. - Fraternidad chicos -
Sobre los sucesivos atentados, repetidos uno tras otro por malditos "lobos solitarios islamitas", uno - en soledad - se pregunta si Fray Tomas de Torquemada - Primer Inquisidor de Castilla y Aragón - no estará en los infiernos. Quizás, en el Purgatorio, o tras pagar sus celosas culpas, ande - cual alma en pena - por un especial limbo.
Es tal, la endiablada trama, urdida por estos nuevos "herejes" , para atacar a inocentes ciudadanos, que supera la saña y los tormentos inquisitoriales de antaño.
Cada atentado una nueva estrategia. Eso si, siempre tienen en cuenta: la aglomeración de personas, que el daño sea el mayor posible. No importa la raza de la víctima, no interesa su religión. Hasta el segar la vida de los bebés, futuros ciudadanos, va con su idiosincrasia. Su idiosincrasia, la de un acogido, la de un nacionalizado, formado para valores cívicos, para integrarse en una sociedad mejor y más prometedora; en ella, se sienten fracasados.
La duda me asalta. ¿Tendría Torquemada algo de razón?. ¿Los Reyes Católicos, acertaron con la expulsión de los conversos?.
Nuestra actual sociedad es muy diversa. La formamos los descendientes de los de siempre. A nosotros se han unido personas de otras razas, de otras formas de vivir, de otras maneras de orar. Querámoslo o no, formamos en la diversidad, una nacionalidad.
La expulsión no es la mejor solución, no debe serlo. Tenemos que aceptar la convivencia, aún más, la unión entre distintos. Esta unión debe ser respetuosa con las diversas maneras. El paso del tiempo se encargará de reintegrar a unos y de admitir a los otros.
Tras varias generaciones, se logrará la igualdad , el abandono de velos y chilabas. Sólo el tiempo adecuará las formas, acabará con costumbrismos. Al final, se impondrá la civilización superior sobre la inferior.
En tanto, convivamos, trabajemos, nos relacionemos y admitamos las diferencias. Eso sí, acerquemosnos a sus rectores, tratemos con ellos de tu a tu, expongamos los problemas, solicitemos su colaboración para el bien de todos. Que se sientan parte importante de la Sociedad a la que han llegado y de la que forman parte.
Si eso se logra, no hará falta que Torquemada vuelva, que no resucite el Santo Oficio y que la expulsión, se torne en reintegración y unión.
Me duele la imagen de ese bebé caído al lado de su madre. Él no podrá contribuir ya, a lograr un país en el que todos disfruten de igualdad y fraternidad. Confiemos en las nuevas generaciones. No dudo en que los descendientes de los allegados, sabrán discernir lo mejor para ellos y para todos. El amor, el roce, el cariño, unirá a los nuestros con los suyos. Qué juntos, disfruten de los fuegos artificiales.
Torquemada, no te levantes, sigue dormido en tu brasero. El tiempo conjugará un mejor futuro a todos. AMÉN.
Mamá, pongo a mano, para mañana, mi "polo" azul con la enseña tricolor. Estaré, para ti, menos feo y para nuestros galos vecinos, muy fraterno.
BUENAS NOCHES, PRÉCIEUSE.
https://www.youtube.com/watch?v=SX8yNRydq9c
Estando a la espera de mi intervención quirúrgica, tengo mis "polos" veraniegos guardados en la maleta.
El resto de "polos" y camisas de verano no me agradaban por su deslumbrante blancura.
Me resultan poco adecuados para un reciente viudo. Por ello adquirí unos nuevos. Uno verde oscuro, otro azul, eso sí con bolsillo, como acostumbro. Al llegar con ellos a casa, el azul me sorprendió por llevar bordado en el bolsillo, la bandera tricolor francesa.
Tras lavarles los planché, elegí el verde para salir y colgué el afrancesado, para evitar preguntas alusivas a la Eurocopa o el Tour.
Tras los atentados en Niza, ya no me preocupa ponerme el azul con la enseña gala. Si me preguntan los amigos, pues nada. - Fraternidad chicos -
Sobre los sucesivos atentados, repetidos uno tras otro por malditos "lobos solitarios islamitas", uno - en soledad - se pregunta si Fray Tomas de Torquemada - Primer Inquisidor de Castilla y Aragón - no estará en los infiernos. Quizás, en el Purgatorio, o tras pagar sus celosas culpas, ande - cual alma en pena - por un especial limbo.
Es tal, la endiablada trama, urdida por estos nuevos "herejes" , para atacar a inocentes ciudadanos, que supera la saña y los tormentos inquisitoriales de antaño.
Cada atentado una nueva estrategia. Eso si, siempre tienen en cuenta: la aglomeración de personas, que el daño sea el mayor posible. No importa la raza de la víctima, no interesa su religión. Hasta el segar la vida de los bebés, futuros ciudadanos, va con su idiosincrasia. Su idiosincrasia, la de un acogido, la de un nacionalizado, formado para valores cívicos, para integrarse en una sociedad mejor y más prometedora; en ella, se sienten fracasados.
La duda me asalta. ¿Tendría Torquemada algo de razón?. ¿Los Reyes Católicos, acertaron con la expulsión de los conversos?.
Nuestra actual sociedad es muy diversa. La formamos los descendientes de los de siempre. A nosotros se han unido personas de otras razas, de otras formas de vivir, de otras maneras de orar. Querámoslo o no, formamos en la diversidad, una nacionalidad.
La expulsión no es la mejor solución, no debe serlo. Tenemos que aceptar la convivencia, aún más, la unión entre distintos. Esta unión debe ser respetuosa con las diversas maneras. El paso del tiempo se encargará de reintegrar a unos y de admitir a los otros.
Tras varias generaciones, se logrará la igualdad , el abandono de velos y chilabas. Sólo el tiempo adecuará las formas, acabará con costumbrismos. Al final, se impondrá la civilización superior sobre la inferior.
En tanto, convivamos, trabajemos, nos relacionemos y admitamos las diferencias. Eso sí, acerquemosnos a sus rectores, tratemos con ellos de tu a tu, expongamos los problemas, solicitemos su colaboración para el bien de todos. Que se sientan parte importante de la Sociedad a la que han llegado y de la que forman parte.
Si eso se logra, no hará falta que Torquemada vuelva, que no resucite el Santo Oficio y que la expulsión, se torne en reintegración y unión.
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Me duele la imagen de ese bebé caído al lado de su madre. Él no podrá contribuir ya, a lograr un país en el que todos disfruten de igualdad y fraternidad. Confiemos en las nuevas generaciones. No dudo en que los descendientes de los allegados, sabrán discernir lo mejor para ellos y para todos. El amor, el roce, el cariño, unirá a los nuestros con los suyos. Qué juntos, disfruten de los fuegos artificiales.
Torquemada, no te levantes, sigue dormido en tu brasero. El tiempo conjugará un mejor futuro a todos. AMÉN.
Mamá, pongo a mano, para mañana, mi "polo" azul con la enseña tricolor. Estaré, para ti, menos feo y para nuestros galos vecinos, muy fraterno.
BUENAS NOCHES, PRÉCIEUSE.
https://www.youtube.com/watch?v=SX8yNRydq9c
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