martes, 5 de enero de 2016

MI CARTA A LOS MAGOS DE...?


Mi querida "Maga". Desde mi solitario despacho casero, el cariñoso recuerdo a tus escondidos regalos de Reyes. ¿Donde los ocultabas?. Nunca llegué a verlos antes del amanecer. Como siempre: la corbata más bonita, la camisa más original, los calcetines más cálidos para el invierno. Tu, como siempre: práctica y utilitaria. 

Esta Epifanía no tengo a mi inolvidable "Maga". Mis brillantes zapatos no posarán este año en el alféizar de mi ventana. Si los depositase allí, se despertarían calados por el agua o cubiertos de nieve. Nos han venido las deseadas lluvias y se anuncian copos de nieve a los 900 metros de altura.



Como no te tengo a ti, mi reina -pedigüeño uno- he osado escribir una carta a mis Reyes Magos. 

Tengo un problema: Reyes de Oriente o de Tartessos, Reyes sepultados en Estambul -primero- después en Milán y ahora descansando en Colonia. Vamos que Alemania barre con todo para casa.

 De los yacentes en Colonia no me fío mucho. "Ozú" de los tartesos, gracia andaluza, me parece una ocurrencia del Papa Ratzinger. Quizás Marco Polo visitó su enterramiento en el Oriente, por ello mi carta la depositaré en un sobre con dirección oriental. Por si las moscas, o tasas de franqueo, pego tu precioso sello navideño, tu soleada faz a la luz del aeródromo de Valpinos. Si precisa franqueo aéreo te queda cerca la estafeta.

Te reseño mi suplicante escrito a los "Magos" para que, como siempre, conozcas su contenido y mis abundantes peticiones a Sus Majestades. Sí, a esos tres personajes de gorro frigio y andares a paso de la Oca, como en los desfiles militares de Corea del Norte. Éstos comenzaron su desfile en el año 550, incansables. Te adjunto una imagen del mosaico en San Apolinar "El Nuevo"  de  Rávena (ciudad que custodia el sepulcro de Dante, el de la "Divina Comedia").  Con estos andares  de los "Magos", precedidos por la estrella, caminantes entre palmeras y portando-parsimoniosos- sus ofrendas, dudo que llegasen a tiempo al Portal de Belén. Andando así, como en el mosaico, van a tener razón algunos hagiógrafos, que aseguran la Venida de los  Magos con la Presentación del Niño en el Templo.   Todos los mosaicos de San Apolinar, están formados por "teselas", pequeñas piedrecitas unicolores que logran un efecto artístico inigualable, hasta en los más finos pormenores de los rostros. 
ADORACIÓN DE LOS MAGOS. EL GRECO.


Ya está bien de disquisiciones sobre Oriente, sobre Tarsis o Colonia. Al grano con mi carta a Sus Majestades, mi teclado ha ido lento, a Paso de Oca. Se me hace tarde.

Queridos Reyes Magos. Desde hace muchos años he abandonado la costumbre de mandaros mi carta. Sólo Dios sabe de mi última misiva a vuestro Reino. Ahora, achacoso, decrépito y anciano tomo el bolígrafo (perdón, eso era antaño) para solicitar mi regalo.

Primeramente, agradeceros profundamente vuestro regalo del año pasado, cincuenta y nueve días de vida conjunta con mi esposa: 48 días compartidos en nuestro hogar y 11 días, fuertemente unidos, en la tercera planta del Hospital Sonsoles. Fué un regalo que ya quisiera, actualmente, revivir.

Majestades, de niño os consideraba poderosos, cualquier solicitud de mis infantiles cartas era atendida. Gracias, muchas gracias. Hoy, mi vieja mente, conoce que hay deseos imposibles de ofrendar para Vos: pese al anhelo con que se pidan, pese a la buena conducta del "infantil" solicitante. Por ello, renuncio a transcribiros mi más íntimo deseo. Desgraciadamente, hay deseos imposibles.
PÓRTICO NAVIDAD BARCELONA
Sólo, pediros ayuda. Ayuda para Darío y Ana, mis nietos, que ambos recuerden con cariño a su buena -casi santa- Yaya. Que vivan felices el difícil futuro que este Mundo les prepara. Que rían, que jueguen, que aprendan, que sean útiles a los demás y que se parezcan: en cariño, en trabajo y en amor a su Yaya.

Para mi, poco pido. Ayuda para llevar mi soledad. Compaña de los míos en lo que resta de camino. No me neguéis un borrico, aunque sea de peluche. Agradeceré que esté a mi lado en mi "huida a Egipto". Huída de aquellos 48 años compartidos con mi esposa. Huída hacia un mañana nuevo que, por nuevo, por desconocido, temo.

Únicamente, una petición insistente. Ánimo, esta si que  podeis concedermela. 
QUE VUELVA A VERLA.

Pensándolo mejor, coloco en el alfeizar de mi ventana estos deseos, arropados en el interior de mis brillantes zapatos. No me importa que la nieve anunciada, los cubra.
El calor de mis íntimos anhelos, fundirá mañana, los cristales del hielo.

BUENAS NOCHES, MI REINA.
https://www.youtube.com/watch?v=m3aMgA0Qdiw

PESE A RATZINGER, YO -CON EL SANTO DE ASÍS- EL BUEY Y EL BORRICO 
al "PORTAL". !Arre.!

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