Mi muy querida esposa.
El pasado día 28 de enero se cumplieron 11 meses desde tu fallecimiento. Once meses sin contemplar tu bonita figura real. Mil veces contemplada y abrazada, por mi, en tus fotos y desde tu ausencia.
En ese onceavo aniversario se celebraba la festividad de Santo Tomás de Aquino. Para recordarlo, quiero hoy, rellenar mi blog con un sencillo tema, la portada o fachada del Monasterio de Santo Tomás en Ávila. En las esculturas de dicha portada
figura la efigie de San Juan, el evangelista que dijo "en la vida futura, sólo seremos examinados de una cosa... el AMOR". estoy seguro, mamá, por tu dedicación plena hacia todo ser humano, que obtuviste sobresaliente en ese examen.
El monasterio de Santo Tomás comenzó a edificarse en el año 1482, el día 11 de abril se colocó la primera piedra, gracias a una inicial donación en el año 1480 de millón y medio de maravedíes del Tesorero y Secretario de los Reyes Católicos, Don Hernán Núñez de Arnalte. Los monarcas, contribuyeron también con fuertes aportaciones ya que, la reina Isabel, dejó testado el enterramiento de su hijo el príncipe Juan de Aragón en este convento.
Don Hernán, falleció antes de la iniciación de las obras, por lo que con anterioridad, apoderó a su viuda en la disposición de su donación. Amigo distinguido, de Fray Tomás de Torquemada, entonces Prior del convento de Santa Cruz en Segovia, le encomendó el proyecto de su fundación, en la que actuó como ejecutor de la obra.
El monasterio, fue sede del Tribunal del Santo Oficio, de la Inquisición. Muchos de los bienes en posesión de los condenados por la Inquisición, fueron aportados a la consecución de este monasterio que, a la par, fue palacio y residencia veraniega de Isabel y Fernando.
Las obras duraron hasta 1493. El arquitecto fue Martín de Solórzano, nacido en la villa de su apellido, una de las siete localidades que forman la Junta del Cesto en Cantabria. Maestro en cantería fue seguidor de Juan Guas en los diseños hispano-flamencos del tardogótico.
La fachada de Santo Tomás, está formada por dos altos pináculos unidos por un arco escarzano que, da paso a un cubierto pórtico, casi antecapilla, que ofrece dos paneles iconográficos a izquierda y derecha, con estatuas exentas dotadas de dosel y pedestal. Ambos paneles están unidos por un arco conopial de repetidas arquivoltas entre la que destaca la formada por ramos de granadas. Bajo el arco conopial uno quiere adivinar (se nota la ausencia) de una desaparecida imagen, por ejemplo una Piedad, seguramente arrancada en la permanencia o estancia de las tropas napoleónicas en ese monasterio.
Los pináculos están bordeados por boceles, cenefas, mas bien molduras de bolas abulenses, tema repetido en las aristas del convento.
Sobre el arco escarzano, se abre un rosetón que introduce luces sobre el coro, la nave y el presbiterio.
En el frontón, un enmarcado escudo de los Reyes Católicos, sostenido por el águila de San Juan. Dos leones, uno a cada lado, izan los emblemas del yugo (Isabel) y las flechas (Fernando).
Bajamos la vista hasta el atrio. Ante él, una gran explanada. Su amplitud nos mueve a pensar dedicada para, en el exterior, agrupar a gran número de fieles objeto de predicación de la Orden Dominicana.
Ya, por fin, siguiendo a Sonia Caballero Escamilla, pormenorizamos, una a una, las imágenes exentas del Pórtico. Desconocemos los autores de esta iconografía, seguramente supervisada por el flamenco Gil de Siloé.
Muy ocupado en aquellos días por sus trabajos en la Cartuja de Miraflores (Burgos). Este artista , consumado maestro del alabastro y la piedra, supo adaptar sus conocimientos del arte de los Países Bajos, al gusto español. Por sus ocupaciones en Burgos, seguramente enviaría a Torquemada algunos de sus oficiales más aventajados. Estos, tallarían, en piedra, el proyecto que Fray Tomás tenía pergeñado en su mente: La defensa de la Fe. El martirio por la misma. La Redención, pórtico y objeto de la: llegada, vida y crucifixión de Cristo. Un proyecto abierto para obtener el apoyo real, hacia el quehacer del Tribunal del Santo Oficio.
Comenzamos la descripción de la iconografía por el panel izquierdo, según lo contemplamos, iniciándolo por la parte superior, de izquierda a derecha.
SAN JUAN EVANGELISTA.
Apóstol muy querido por Jesús de Nazaret. Autor del evangelio según San Juan y del Apocalipsis. Predicó en Asia Menor. Se le muestra portando el cáliz envenenado de Aristodemos. Cáliz que bebió, sin efectos para su vida, y con el que logró la conversión del oferente. A sus pies, el águila del evangelista prensando con su garra una granada.
SANTO DOMINGO DE GUZMÁN.
Fundador de la Orden de Predicadores. Presentado en la escultura como perseguidor de
heterodoxos, en referencia a los judíos conversos, ocultos practicantes de la Ley Mosaica. Sostiene un lirio en su mano y con la otra, clava su bastón sobre un cánido: zorro, raposo; en referencia al judío converso, astuto ocultador de sus prácticas religiosas.
SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA.
Defendió su fe ante el Emperador Majencio, quien la propuso discutir sus dogmas, ante una asamblea de sabios paganos. Culta y muy versada logró imponer su discurso a los contrincantes. Algunos reconocieron sus afirmaciones y se convirtieron al cristianismo.
Contrariado, Majencio ordenó atarla a una rueda dentada con cuchillas. La Santa, salió indemne y las cuchillas se rompieron. Tras ello, el Emperador ordenó decapitarla. Por ello, su escultura esta dotada con los atributos de la rueda y la espada.
SAN PEDRO MÁRTIR DE VERONA.
Según las acertadas ,para mi, observaciones pormenorizadas de la escultura por Sonia Caballero, esta iconografía se ajusta a los atributos con que, el escultor dotaría al Veronés: puñal clavado al pecho, hendidura de un hacha en la tonsura del fraile.
San Pedro de Verona, inquisidor en Italia fue asesinado en un viaje desde Como a Milán.
En la tabla "La Virgen de los Reyes" obrante en el Museo de El Prado , tabla que perteneció a este Monasterio, figuran varios personajes aquí esculpidos. Cabe la duda de que la imagen se refiriese el Inquisidor aragonés San Pedro Arbués, muerto en La Seo.
EL ÁNGEL DE LA ANUNCIACIÓN.
Justito, cabe la entrada al templo, como inicio de la obra redentora, San Gabriel, portando litúrgica estola, anuncia a María Inmaculada, la venida a su seno maternal del Redentor. Estamos en el Pórtico de la Cristiandad, de la Fe en Cristo, de la pureza ideológica, causa, origen y finalidad del Tribunal del Santo Oficio, por ello, Torquemada sitúa a Gabriel ante María y ante todo el dogma redentor que representa el interior del templo.
Vayamos al panel derecho, iniciando la descripción por la parte superior, desde la derecha hacia la izquierda.
SAN JUAN BAUTISTA.
Mártir, también, se le presenta con los atributos del Cordero y el libro con las profecías sobre el Mesías. Fué el Precursor de Cristo, la voz que clama en el desierto. Reconoció a Jesús "Tú eres el Cordero de Dios...".
Considerado como profeta por el Cristianismo y el Islam. Sus restos, según el Islam, reposan en la Mezquita de los Omeya en Damasco.
SANTO TOMAS DE AQUINO.
Representado aquí sosteniendo un templete, símbolo de la Iglesia de la que fue proclamado Doctor. Insigne escritor y teólogo, seguidor de los filósofos griegos. Creador de la escuela escolástica.
En esta imagen carece de una mano, segura e inicialmente, dicha mano portaría una pluma, atributo de sus escritos.
SANTA CATALINA DE SIENA.
Mística dominica, renunció al matrimonio para desposarse con Jesucristo. En sus manos, mantiene el lirio de su pureza y el corazón de su divino esposo. Es Doctora de la Iglesia. Logró el retorno de la sede papal de Aviñón, en la Provenza, a Roma. Fue embajadora de la República de Florencia en una especial misión de paz.
Se la presenta coronada de espinas, por haber obtenido, para su cuerpo los estigmas de la Pasión.
SAN VICENTE FERRER.
De la Orden de Predicadores, es cariñosamente conocido como "Sant Vicent el del ditet". En su estatua, carece del brazo izquierdo. Este brazo, se elevaría hacia lo alto con el dedo índice levantado, postura usual en él, al obrar un milagro. Consiguió en Toledo convertir la Sinagoga en templo cristiano. Profundo antisemita; surgida una revuelta popular contra los judíos, logro miles de conversiones.
Intervino en el Compromiso de Caspe a favor de Don Fernando de Antequera.
LA ANUNCIACIÓN A MARÍA.
La Virgen, recibe el anuncio del ángel Gabriel. Su cuerpo se convertirá en la custodia receptora de Jesucristo. Su imagen, sosteniendo el libro con las profecías de Isaías, señala el camino, da paso al visitante, hacia el interior del templo. Allí, la liturgia cristiana, obrará el milagro en el que el pan y el vino, se convertirán en el cuerpo y sangre del Redentor.
Sólo por hoy, me resta decir que este convento, fue también casa de estudios y universidad.
Con este último motivo cerramos con el "Gaudeamus igitur".
LEVANTO MI "DIDET" HACIA TI, HACIA TU ESTRELLA, PARA DECIRTE: MAMÁ, !BUENAS NOCHES¡.
https://www.youtube.com/watch?v=WfGXYkfLJ4s
El pasado día 28 de enero se cumplieron 11 meses desde tu fallecimiento. Once meses sin contemplar tu bonita figura real. Mil veces contemplada y abrazada, por mi, en tus fotos y desde tu ausencia.
En ese onceavo aniversario se celebraba la festividad de Santo Tomás de Aquino. Para recordarlo, quiero hoy, rellenar mi blog con un sencillo tema, la portada o fachada del Monasterio de Santo Tomás en Ávila. En las esculturas de dicha portada
figura la efigie de San Juan, el evangelista que dijo "en la vida futura, sólo seremos examinados de una cosa... el AMOR". estoy seguro, mamá, por tu dedicación plena hacia todo ser humano, que obtuviste sobresaliente en ese examen.
El monasterio de Santo Tomás comenzó a edificarse en el año 1482, el día 11 de abril se colocó la primera piedra, gracias a una inicial donación en el año 1480 de millón y medio de maravedíes del Tesorero y Secretario de los Reyes Católicos, Don Hernán Núñez de Arnalte. Los monarcas, contribuyeron también con fuertes aportaciones ya que, la reina Isabel, dejó testado el enterramiento de su hijo el príncipe Juan de Aragón en este convento.
Don Hernán, falleció antes de la iniciación de las obras, por lo que con anterioridad, apoderó a su viuda en la disposición de su donación. Amigo distinguido, de Fray Tomás de Torquemada, entonces Prior del convento de Santa Cruz en Segovia, le encomendó el proyecto de su fundación, en la que actuó como ejecutor de la obra.
El monasterio, fue sede del Tribunal del Santo Oficio, de la Inquisición. Muchos de los bienes en posesión de los condenados por la Inquisición, fueron aportados a la consecución de este monasterio que, a la par, fue palacio y residencia veraniega de Isabel y Fernando.
Las obras duraron hasta 1493. El arquitecto fue Martín de Solórzano, nacido en la villa de su apellido, una de las siete localidades que forman la Junta del Cesto en Cantabria. Maestro en cantería fue seguidor de Juan Guas en los diseños hispano-flamencos del tardogótico.
La fachada de Santo Tomás, está formada por dos altos pináculos unidos por un arco escarzano que, da paso a un cubierto pórtico, casi antecapilla, que ofrece dos paneles iconográficos a izquierda y derecha, con estatuas exentas dotadas de dosel y pedestal. Ambos paneles están unidos por un arco conopial de repetidas arquivoltas entre la que destaca la formada por ramos de granadas. Bajo el arco conopial uno quiere adivinar (se nota la ausencia) de una desaparecida imagen, por ejemplo una Piedad, seguramente arrancada en la permanencia o estancia de las tropas napoleónicas en ese monasterio.
Los pináculos están bordeados por boceles, cenefas, mas bien molduras de bolas abulenses, tema repetido en las aristas del convento.
Sobre el arco escarzano, se abre un rosetón que introduce luces sobre el coro, la nave y el presbiterio.
En el frontón, un enmarcado escudo de los Reyes Católicos, sostenido por el águila de San Juan. Dos leones, uno a cada lado, izan los emblemas del yugo (Isabel) y las flechas (Fernando).
Bajamos la vista hasta el atrio. Ante él, una gran explanada. Su amplitud nos mueve a pensar dedicada para, en el exterior, agrupar a gran número de fieles objeto de predicación de la Orden Dominicana.
Ya, por fin, siguiendo a Sonia Caballero Escamilla, pormenorizamos, una a una, las imágenes exentas del Pórtico. Desconocemos los autores de esta iconografía, seguramente supervisada por el flamenco Gil de Siloé.
Muy ocupado en aquellos días por sus trabajos en la Cartuja de Miraflores (Burgos). Este artista , consumado maestro del alabastro y la piedra, supo adaptar sus conocimientos del arte de los Países Bajos, al gusto español. Por sus ocupaciones en Burgos, seguramente enviaría a Torquemada algunos de sus oficiales más aventajados. Estos, tallarían, en piedra, el proyecto que Fray Tomás tenía pergeñado en su mente: La defensa de la Fe. El martirio por la misma. La Redención, pórtico y objeto de la: llegada, vida y crucifixión de Cristo. Un proyecto abierto para obtener el apoyo real, hacia el quehacer del Tribunal del Santo Oficio.
Comenzamos la descripción de la iconografía por el panel izquierdo, según lo contemplamos, iniciándolo por la parte superior, de izquierda a derecha.
SAN JUAN EVANGELISTA.
Apóstol muy querido por Jesús de Nazaret. Autor del evangelio según San Juan y del Apocalipsis. Predicó en Asia Menor. Se le muestra portando el cáliz envenenado de Aristodemos. Cáliz que bebió, sin efectos para su vida, y con el que logró la conversión del oferente. A sus pies, el águila del evangelista prensando con su garra una granada.
SANTO DOMINGO DE GUZMÁN.
Fundador de la Orden de Predicadores. Presentado en la escultura como perseguidor de
heterodoxos, en referencia a los judíos conversos, ocultos practicantes de la Ley Mosaica. Sostiene un lirio en su mano y con la otra, clava su bastón sobre un cánido: zorro, raposo; en referencia al judío converso, astuto ocultador de sus prácticas religiosas.
SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA.
Defendió su fe ante el Emperador Majencio, quien la propuso discutir sus dogmas, ante una asamblea de sabios paganos. Culta y muy versada logró imponer su discurso a los contrincantes. Algunos reconocieron sus afirmaciones y se convirtieron al cristianismo.
Contrariado, Majencio ordenó atarla a una rueda dentada con cuchillas. La Santa, salió indemne y las cuchillas se rompieron. Tras ello, el Emperador ordenó decapitarla. Por ello, su escultura esta dotada con los atributos de la rueda y la espada.
SAN PEDRO MÁRTIR DE VERONA.
Según las acertadas ,para mi, observaciones pormenorizadas de la escultura por Sonia Caballero, esta iconografía se ajusta a los atributos con que, el escultor dotaría al Veronés: puñal clavado al pecho, hendidura de un hacha en la tonsura del fraile.
San Pedro de Verona, inquisidor en Italia fue asesinado en un viaje desde Como a Milán.
En la tabla "La Virgen de los Reyes" obrante en el Museo de El Prado , tabla que perteneció a este Monasterio, figuran varios personajes aquí esculpidos. Cabe la duda de que la imagen se refiriese el Inquisidor aragonés San Pedro Arbués, muerto en La Seo.
EL ÁNGEL DE LA ANUNCIACIÓN.
Justito, cabe la entrada al templo, como inicio de la obra redentora, San Gabriel, portando litúrgica estola, anuncia a María Inmaculada, la venida a su seno maternal del Redentor. Estamos en el Pórtico de la Cristiandad, de la Fe en Cristo, de la pureza ideológica, causa, origen y finalidad del Tribunal del Santo Oficio, por ello, Torquemada sitúa a Gabriel ante María y ante todo el dogma redentor que representa el interior del templo.
Vayamos al panel derecho, iniciando la descripción por la parte superior, desde la derecha hacia la izquierda.
SAN JUAN BAUTISTA.
Mártir, también, se le presenta con los atributos del Cordero y el libro con las profecías sobre el Mesías. Fué el Precursor de Cristo, la voz que clama en el desierto. Reconoció a Jesús "Tú eres el Cordero de Dios...".
Considerado como profeta por el Cristianismo y el Islam. Sus restos, según el Islam, reposan en la Mezquita de los Omeya en Damasco.
SANTO TOMAS DE AQUINO.
Representado aquí sosteniendo un templete, símbolo de la Iglesia de la que fue proclamado Doctor. Insigne escritor y teólogo, seguidor de los filósofos griegos. Creador de la escuela escolástica.
En esta imagen carece de una mano, segura e inicialmente, dicha mano portaría una pluma, atributo de sus escritos.
SANTA CATALINA DE SIENA.
Mística dominica, renunció al matrimonio para desposarse con Jesucristo. En sus manos, mantiene el lirio de su pureza y el corazón de su divino esposo. Es Doctora de la Iglesia. Logró el retorno de la sede papal de Aviñón, en la Provenza, a Roma. Fue embajadora de la República de Florencia en una especial misión de paz.
Se la presenta coronada de espinas, por haber obtenido, para su cuerpo los estigmas de la Pasión.
SAN VICENTE FERRER.
De la Orden de Predicadores, es cariñosamente conocido como "Sant Vicent el del ditet". En su estatua, carece del brazo izquierdo. Este brazo, se elevaría hacia lo alto con el dedo índice levantado, postura usual en él, al obrar un milagro. Consiguió en Toledo convertir la Sinagoga en templo cristiano. Profundo antisemita; surgida una revuelta popular contra los judíos, logro miles de conversiones.
Intervino en el Compromiso de Caspe a favor de Don Fernando de Antequera.
LA ANUNCIACIÓN A MARÍA.
La Virgen, recibe el anuncio del ángel Gabriel. Su cuerpo se convertirá en la custodia receptora de Jesucristo. Su imagen, sosteniendo el libro con las profecías de Isaías, señala el camino, da paso al visitante, hacia el interior del templo. Allí, la liturgia cristiana, obrará el milagro en el que el pan y el vino, se convertirán en el cuerpo y sangre del Redentor.
Sólo por hoy, me resta decir que este convento, fue también casa de estudios y universidad.
Con este último motivo cerramos con el "Gaudeamus igitur".
LEVANTO MI "DIDET" HACIA TI, HACIA TU ESTRELLA, PARA DECIRTE: MAMÁ, !BUENAS NOCHES¡.
https://www.youtube.com/watch?v=WfGXYkfLJ4s
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