En la imagen, el cuadro de Goya representando el viejo juego del "Cucharón". Hoy, se denomina a esta obra "La Gallina Ciega". De niños, jugábamos en las noches del estío y con frecuencia, a este juego.
Se elegía al niño o niña que figuraría como la gallinita ciega; se le cubrían los ojos con un paño y tras darle varias vueltas mareantes, le colocábamos en el centro del círculo formado por sus compañeros.
El corro giraba a su alrededor cantando:
Gallinita, gallinita/Qué buscas en el pajar/ ¿Una aguja?, ¿un dedal?/ Date vueltas, muchas vueltas/ Búscalos, así los encontrarás.
Quien hacia de gallinita, intentaba tocar aproximándose - vacilante - a uno de los componentes del corro quien esquivaba, si podía, el ser tocado. Una vez localizado por la gallina ciega, ésta con sus manos, le tocaba el cabello, le mesaba la cara y palpaba la ropa. Si adivinaba el nombre del elegido, éste pasaba a sustituir a la gallinita ciega para proseguir el juego.
Nuestros políticos, juguetones ellos, han formado un corro cantarín y circular en torno a la Gallinita Ciega. P.S.O.E y Ciudadanos en un primer rondón se dan la mano, amigablemente, como los danzantes pincelados por Goya, a la izquierda del cuadro.
Rajoy, miren al cuadro, se agacha y esquiva, hábilmente, ser tocado por el Cucharón en la primera ronda.
El rondón circulante, vuelve a girar. Cantando, piden a la gallinita que de una nueva vuelta - esta electoral - para que busque la aguja y el dedal en el pajar.
Esta vez, pretenden asirse de la mano el Partido Popular y Ciudadanos, ¿lo lograrán?...
Uno, junto a otro, los Partidos aparentan rodar de la mano, pero sus pies danzan en una sola dirección: la del Poder, el ego personal, la revancha por omisiones y falta de adhesiones anteriores.
Cantan, cada cual su canción. Surgen y forman corro si les conviene. Se esconden y abandonan la rueda, cuando enfadados, preveen perder. Pero... vuelven a surgir, por si la Gallinita atiza un cucharonazo a su contrincante. Hablan, y teatralizan prometiendo que ellos, lograrán encontrar la aguja y el dedal en el pajar.
Pero... ante todo esto, no hemos revelado quien está representando a la Gallinita Ciega. Retiramos el pañuelo de los ojos de la Gallinita. ¿Quién es?... ni mas ni menos que usted y yo...Unos millones de votantes que, cegados, dimos con el cucharón, en las urnas, nuestra confianza, a los danzantes del juego. Y... como un juego se lo han tomado.
Poco les importa el lograr: bienestar, progreso, trabajo y mejorar la Sanidad de la Gallinita. No, no y no. Únete a mi para derribar al otro. Quiero mi independencia... ¡qué la Gallinita, golpee con el cucharón la urna otra vez!.
La Gallinita, ya está harta de tanta desunión, de tan crasa ineptitud y... pensando está, en arrear un cucharonado sobre la testa de los ignorantes que la representan. Preveo, si hay nuevas elecciones, que los chucharones rebosarán el contenedor sito a la puerta del colegio electoral, y no las urnas.
Escuchando un vídeo sobre la restauración de este cuadro de Goya, me enteré de los graves daños sufridos por el lienzo al ser trasladado y mal depositado, en la Real Fábrica de Tapices, con motivo de copia.
Ha requerido rellenar con cola especial la debilidad del tejido dañado. Plancharlo para fortalecerlo. Limpiarlo para eliminar el óxido de su barniz y recobrar la pureza de sus colores iniciales.
Nuestros políticos, necesitan una restauración a fondo. Unirles con la cola que fortalezca el bien de su tejido electoral. Limpieza, a fondo, del óxido de malos barnices y recuperar el color ilusionado de que, quien posee un mandato lo es para servir sólo a los demás.
Mamá, esa era tu política familiar: SERVIR A LOS DEMÁS. NO ME OLVIDES. QUÉ LOS POLÍTICOS NO OLVIDEN A SUS GALLINITAS CIEGAS.
BUENAS NOCHES, MAMÁ. Sigamos unidos los dos, gracias a los recuerdos.
https://www.youtube.com/watch?v=y5byO0qZgvg
Se elegía al niño o niña que figuraría como la gallinita ciega; se le cubrían los ojos con un paño y tras darle varias vueltas mareantes, le colocábamos en el centro del círculo formado por sus compañeros.
El corro giraba a su alrededor cantando:
Gallinita, gallinita/Qué buscas en el pajar/ ¿Una aguja?, ¿un dedal?/ Date vueltas, muchas vueltas/ Búscalos, así los encontrarás.
Quien hacia de gallinita, intentaba tocar aproximándose - vacilante - a uno de los componentes del corro quien esquivaba, si podía, el ser tocado. Una vez localizado por la gallina ciega, ésta con sus manos, le tocaba el cabello, le mesaba la cara y palpaba la ropa. Si adivinaba el nombre del elegido, éste pasaba a sustituir a la gallinita ciega para proseguir el juego.
Nuestros políticos, juguetones ellos, han formado un corro cantarín y circular en torno a la Gallinita Ciega. P.S.O.E y Ciudadanos en un primer rondón se dan la mano, amigablemente, como los danzantes pincelados por Goya, a la izquierda del cuadro.
Rajoy, miren al cuadro, se agacha y esquiva, hábilmente, ser tocado por el Cucharón en la primera ronda.
El rondón circulante, vuelve a girar. Cantando, piden a la gallinita que de una nueva vuelta - esta electoral - para que busque la aguja y el dedal en el pajar.
Esta vez, pretenden asirse de la mano el Partido Popular y Ciudadanos, ¿lo lograrán?...
Uno, junto a otro, los Partidos aparentan rodar de la mano, pero sus pies danzan en una sola dirección: la del Poder, el ego personal, la revancha por omisiones y falta de adhesiones anteriores.
Cantan, cada cual su canción. Surgen y forman corro si les conviene. Se esconden y abandonan la rueda, cuando enfadados, preveen perder. Pero... vuelven a surgir, por si la Gallinita atiza un cucharonazo a su contrincante. Hablan, y teatralizan prometiendo que ellos, lograrán encontrar la aguja y el dedal en el pajar.
Pero... ante todo esto, no hemos revelado quien está representando a la Gallinita Ciega. Retiramos el pañuelo de los ojos de la Gallinita. ¿Quién es?... ni mas ni menos que usted y yo...Unos millones de votantes que, cegados, dimos con el cucharón, en las urnas, nuestra confianza, a los danzantes del juego. Y... como un juego se lo han tomado.
Poco les importa el lograr: bienestar, progreso, trabajo y mejorar la Sanidad de la Gallinita. No, no y no. Únete a mi para derribar al otro. Quiero mi independencia... ¡qué la Gallinita, golpee con el cucharón la urna otra vez!.
La Gallinita, ya está harta de tanta desunión, de tan crasa ineptitud y... pensando está, en arrear un cucharonado sobre la testa de los ignorantes que la representan. Preveo, si hay nuevas elecciones, que los chucharones rebosarán el contenedor sito a la puerta del colegio electoral, y no las urnas.
Escuchando un vídeo sobre la restauración de este cuadro de Goya, me enteré de los graves daños sufridos por el lienzo al ser trasladado y mal depositado, en la Real Fábrica de Tapices, con motivo de copia.
Ha requerido rellenar con cola especial la debilidad del tejido dañado. Plancharlo para fortalecerlo. Limpiarlo para eliminar el óxido de su barniz y recobrar la pureza de sus colores iniciales.
Nuestros políticos, necesitan una restauración a fondo. Unirles con la cola que fortalezca el bien de su tejido electoral. Limpieza, a fondo, del óxido de malos barnices y recuperar el color ilusionado de que, quien posee un mandato lo es para servir sólo a los demás.
Mamá, esa era tu política familiar: SERVIR A LOS DEMÁS. NO ME OLVIDES. QUÉ LOS POLÍTICOS NO OLVIDEN A SUS GALLINITAS CIEGAS.
BUENAS NOCHES, MAMÁ. Sigamos unidos los dos, gracias a los recuerdos.
https://www.youtube.com/watch?v=y5byO0qZgvg
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