domingo, 10 de abril de 2016

¡HASTA PRONTO!.

Mi muy querida esposa.
Quienes hemos tenido la dicha de desposarnos con un ángel sin alas, nos persigue continuamente, el dolor del día en que te brotaron élitros invisibles en tus flancos y te alejaste hacia el infinito.

-El  tiempo lo cura- me decían. Pasa el tiempo y cada día que discurre, te necesito mas que ayer. Te echo de menos, me duele tu marcha de casa. Te fuiste desde nuestro hogar al hospital pensando en volver. Mi vuelta, solitario, a casa, empotrar mi llave en la cerradura de la puerta... un drama, nadie tras ella.

Hoy, lavadora. Sabanas, pañuelos, fundas de almohadones. Normalmente utilizo lo más usado y... ciertas prendas presentan desgate: hilos sueltos, esquinas que necesitan una puntada de hilo y... ahí me tienes, aguja, bobina y tijeras en mano. Como pensabas volver, estoy perdido sin un taco de pequeños "posticks" en los que me anotases una somera indicación. 


Ha sido un día ajetreado. Como sabrás, el día 13 me hacen el cateterismo en el Hospital de Salamanca. Quiero dejar toda la casa, como a ti te gustaba, en orden. Me llevará la labor unos días, por eso mi entrada de hoy se titula ¡Hasta pronto!

No sé si aguantaré sin escribirte mi blog. Lo echaremos, ambos, de menos. Me dolerá acostarme sin nuestro blog, sin dedicártelo.

Mamá, tenemos personas que leen nuestro hilo virtual nocturno. Son pocos, pero fieles. En cuanto publico el escrito, con rapidez meteórica, nos acompañan, desde lejos, algunos muy de lejos, en nuestras tiernas carantoñas. Pueden ser personas que están sufriendo, en su cordial músculo, la mordida fiera de la separación mortal.

Gracias a todos ellos; su seguimiento, me ayuda a continuar en la misión de consolarnos como podemos. Por unos días, por imperativo médico, les decimos -Adiós y hasta pronto- 

Quienes más nos siguen son España y Norteamérica, seguidos de Rusia. 

Rusia, curiosamente, me sigue cada vez que toco un tema marcial. Basta con que suba al blog una imagen militar, un pelotón en formación o la Legión Española, se apuntan inmediatamente en mi seguimiento. Castrenses muchachos.

Os digo, por unos días, hasta pronto. A mi  vuelta estaré deseando conectar con la niña de mis ojos y con todos vosotros. Me agobiarán -en estos días- las labores caseras. Mi esposa tenía la casa como un jaspe. 

La preciosa relimpia, no quería ayudas en esos menesteres. -En mi casa no entra nadie a ayudarme- decía, y... es, por ahora y para mi, una orden de su Estado Mayor. Ya llegará el día en que este viejo Fray Escoba, por causas mayores, incumpla las Ordenanzas.  

BUENAS NOCHES A TODOS, VOLVERÉ.

BUENAS NOCHES, MAMÁ.



 https://www.youtube.com/watch?v=JkQ4xapvhgc




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