sábado, 30 de abril de 2016

TORNADIZOS. ¡ADIOS, "GUILLE"!.

Querida esposa.

Hoy, el cielo estaba claro y luminoso, para todos. Para mi, tal como pergeño en la plumilla adjunta. Como en días pasados: oscuro, tenebroso y amenazante. No es por llevar la contraria a los hombres de el Tiempo, es por que subía de la Pililla "pa arriba", no solo a verte a ti. Subía también para dar el último Adiós a un amigo que se ha ido hacia tu estrella. A través del corazón se puede también ver el horizonte.

Hoy mi vista cordial, no contemplaba La Serrota nevada ni el Pico Zapatero enjalbegado. El subir al Camposanto para despedir a "Guille" nublaba mi vista interna: tan negra, tan grisácea, que en lo  más hondo de mi, hasta tronaba un eco desdeñoso hacia la Muerte. Cada vez más cerca, cada vez más amenazadora. Uno, tras otro: seres queridos, amigos, personas indispensables, nos van dejando solos. Esto no es un cerco, esto es un asedio.

No, no es miedo al propio Adiós, es protesta al mermar tu alrededor de personas, el diezmar prójimos con los que esperabas compartir, unos años más, tus alegrías y penas.

"Guille"... el de las Aguas, gozaba de la ubicuidad en Tornadizos., Si bajabas al bar, veías a "Guille" levantando una tapa del alcantarillado. Si ascendías al Depósito de Aguas, allí estaba "Guille" comprobando los niveles. Paseabas hasta Espeluca y por allí te encontrabas con "Guille" limpiando la pililla del manantial.

Su toma de datos de consumo de agua, era una grata visita y una apreciada conversación con este hombre, tan franco y agradable.

Siendo él Concejal, me pidieron del Ayuntamiento una hoja Excel, que sirviese como programa para editar los recibos de consumo de agua. La ayuda prestada por "Guille": bloques, precios y base de datos fue muy de agradecer.

Cada medición del contador de nuestra casita veraniega, era un afianzar la confianza y la amistad. Cada café, compartido en el bar, un agradable charlar sobre problemas y soluciones para bien del Pueblo.


Mamá, "Guille" padeció, mucho antes que yo, la perdida de su Esposa. Tuvo que sufrir la soledad de su compañera y compartirla con sus tres hijas. Por ello, para mí, "Guille" ha sido un ejemplo de valentía de apechar con lo malo... hasta su final.

Este imparable "morueco", casi Dios, por estar en todas partes desempeñando su cometido, se ha merecido un celestial descanso.

Mamá, tú le veras por allá arriba. Recién llegado habrá corrido a colgarse del brazo de su esposa Pilar. Dales un fuerte abrazo de los inquilinos, del contador de aguas, de la Calle de La Iglesia número cuatro.

BUENAS NOCHES, MAMÁ.



https://www.youtube.com/watch?v=hjfH2oNsa34

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