Sabes, mama que estoy obsesionado por volver a verte, no obstante requerirá un tiempo. Dándole vueltas a mi obsesión tenía, un día, conectada Radio María en segundo plano. En un momento de la emisión comentaron parte del evangelio de San Mateo en que los fariseos someten a Jesús con una de sus añagazas para lograr una afirmación del Mesías en contra de la doctrina judaica.
La ley judía, si una mujer perdía a su esposo sin haber tenido hijos, permitía al hermano del difunto tomarla por esposa. Los fariseos, redondearon la trampa, cargándose a nueve hermanos, uno tras otro, logrando diez desposorios con la ajetreada dama. Surgió, entonces, la perniciosa pregunta a Jesús.
- En la otra vida, Maestro,¿quien sería el único esposo de la viuda? -
Jesús, les indicó que en la otra vida todos seríamos como ángeles.
Tras desconectar mi radio, me sentí un poco decepcionado. Si yo, volvía a verte no vería tu imagen terrenal, de carne y hueso, quizá te viese con angelical figura y ¡Dios nos libre! con unas enormes alas cual seráfica esposa.
Yo, prefiero verte todo lo angelical que quieras pero de carne y hueso y... sin alas, para abrazarte, besarte y quererte.
Inquieto estaba por tus alas, pero tras unos días de darle vueltas al tema, otra inquietud me asaltó. Para poder verte de nuevo tengo que ser bueno, sin tacha, casi un santo y si muero casi santo ¡Dios mío! yo, sería también portador de otro par de alas. ¿Cómo podremos abrazarnos?.
En fin, que sea lo que Dios quiera. Deseo volver a verte lo anhelo.
Tras mis inquietudes por las alas, ya casi me apetecería verte de
nuevo y tras verte, iniciar juntos un vuelo eterno que confirmase
la continuidad de nuestro amor terrenal para siempre.
TE QUIERO MAMA.
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