viernes, 11 de marzo de 2016

UN PAÍS EN LA MOCHILA.

  

Queridísima esposa, cada día que vence, tras tu partida, se me hace más grande el hueco que has dejado cabe mi. Acabo de bajar del cementerio en Tornadizos de Ávila. Tu nicho es mi hombro sobre  el que plañir mis penas. Cada día soy menos fuerte; nuestro inquebrantable binomio está incompleto, le falta -aquí en este mundo- uno de sus términos, tú. Por ello, muchas veces, mi mental expresión algebraica es irresoluble.
Cuando contemplabas la televisión, siempre nos sumábamos en aquel programa titulado "Un país en la mochila". La amigable figura de José Antonio Labordeta, nos entregaba paisajes desconocidos, caseríos entrañables, bordadoras en su quicio, refugiadas bajo su pañoleta para protegerse del sol.

Con Labordeta, toda imagen tenía palabra. Las cumbres besaban las nubes. Los ojos de los puentes, arrullaban las aguas. Las fuentes, cantaban mientras golpeaban el líquido manantial. Las bordadoras, cargadas de años y vida, sentenciaban magistralmente. El mesonero, invitaba a viejas recetas gastronómicas, novísimas para nosotros. 
La mochila de Labordeta, contenía un inmenso arcano, las preciosidades de un muy diverso y desconocido país.

Con la mochila sobre su espalda, nos dijo el " Adiós a los que se quedan...y los que se van". Cumplido hasta en su partida.

Al final de este blog bajaré su "Canto a la Libertad", para que hombro con hombro, nuestro país realice, para siempre, el sueño de Labordeta.

También será posible
que esa hermosa mañana
ni tú, ni yo, ni el otro
la lleguemos a ver;
pero habrá que forzarla
para que pueda ser.

Y hoy, aniversario del atentado en las estaciones de RENFE, en Atocha, Santa Eugenia y el Pozo del Tío Raimundo, con  cerca de 200 muertos y casi 2000 heridos, nuestro más doloroso recuerdo hacia quienes, en uso de su libertad, acudían a sus trabajos, a sus centros docentes... y a la eternidad.

 Muy distintas mochilas, distintas a la de Labordeta, sembraron de muerte, horror y odio los caminos de hierro de la Comunidad Madrileña.

Como dice Labordeta, la "Libertad habrá que forzarla,"... habrá que imponerla, encadenando las mentes fanáticas y equivocadas, ansiosas de atentar contra los principios de una Civilización y una Convivencia de siglos, buscando lo mejor de todos para todos.


BUENAS NOCHES, MAMÁ.
VELA POR MI.




https://www.youtube.com/watch?v=4ZGfl_syqhM




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