domingo, 29 de noviembre de 2015

ESO NO SE DICE, NI SE TOCA.

Querida Mamá. Septiembre de 1974. Covadonga, la Ruta del Cares, San Vicente de la Barquera, Santillana y nuestro centro de operaciones en el "Hostal Regna" de Torrelavega. Santander, lleno, imposible de obtener plaza. Después nos alegramos de la cordial acogida y trato disfrutado en el "Hostal Regna".

Nuestro hogar, actualmente no es ni parecido al de hace años. Hoy, tras tu partida, echa de menos las vocecitas, las risas, las carreras de nuestros hijos y nuestras sobrinas. Aquella, si que era una casa llena de vida. Toda la grey infantil, comía en una larga mesa, tras su jornada escolar: Alfonsito, Lucía, Belén y Álvaro relataban sus vivencias colegiales. Tú y yo, encantados de sus conversaciones. Mamá, siempre nos han gustado los niños, era alegre convivir con ellos... más tarde, crecieron. Salamanca, León, Las Palmas y Barcelona nos les arrebataron. Nuestra casa se tornó silenciosa, la privada universidad casera cerró las aulas y abrió su puerta a sus jóvénes hacia estudios, licenciaturas y servicios militares.

Cuánto te gustaban los niños. Siempre con imagen  seria en tus fotos, salvo cuando en tu regazo, abrazabas a tus hijos o tus sobrinas. Entonces sí, tu sonrisa abarcaba y hasta extendía la comisura de tus labios. Por instinto, eras maternal, volcada hacia esos "locos bajitos" de Serrat. Para ellos, en tu casa no existía aquella frase. "ESO, NO SE DICE, NO SE HACE, NO SE TOCA". Quizás lo de " no se toca" lo sentenciaste alguna vez. !Claro, bayeta en mano!, para recuperar, al instante, el hollado brillo.
Tus sobrinas te adoraban. Tú no eras su tía, eras mucho más, su "TITA" apelativo lleno de reconocimiento y cariño. Tanto, que tras irte, abren sus móviles con tu imagen cariñosa hacia la suya.

Hoy, como todos los fines de semana, he subido al Camposanto de Tornadizos, a charlar un rato contigo, a hacernos compañía el uno al otro como siempre. A dejarte y, desde la puerta grande, decirte de nuevo !Adiós! antes de subir al coche. Ahora, puedo hacerlo, llegará un día en el que no pueda visitarte. Será triste, pero la mayor tristeza la estoy pasando ahora de vuelta a nuestra casa. No es la misma, suena a piso vacío, los tabiques suenan a ecos pasados, cada mueble, cada ajuar, un recuerdo tuyo, que me mueve a tristeza, a olvidar la felicidad pasada y, egoísta yo, a pensar en un futuro sin ti, mi amor.

Un rayo de esperanza, mañana lunes, recogeré a Darío en el colegio, vendrá a comer -conmigo- su sopa de estrellas, su par de filetes y sus anheladas fresas, esta vez marroquíes.

Mañana, Darío, será mi "loco bajito" a quien aseveraré -cariñosamente- ESO, NO SE DICE. ESO NO SE HACE. ESO NO SE TOCA. Especialmente el "no tocar" pues pone sus manos, sus deditos, en todo: paredes, puertas, interruptores... pero !hala! tengo bayetas.

Tras nuestra comida, su padre se lo llevará a la clase de lengua inglesa. La casa , nuestra casa, Mama, sonará de nuevo a vacía. Sus tabiques emitirán sordos ecos, cada ajuar, cada mueble un recuerdo.

MAMA, TE FUISTE MUY PRONTO.

SOLO TENGO LA ENTRAÑABLE COMPAÑÍA DE DOS ALEGRES "BAJITOS": DARÍO Y ANA.


BUENAS NOCHES MI AMOR.




https://www.youtube.com/watch?v=98AZoTWpsgc


















































































































































































































































MADRINA EN LA VILLA.


 Mamá, fue un día precioso. Subimos el Puerto de Menga, descendimos el Puerto del Pico y entre las Cinco Villas, fue  Mombeltrán quien ofreció alfombra a la Madrina más querida de nuestra casa.
Ahí, diste tu brazo protector, al único hijo que te quedaba, para acompañarle en un día, para él, señalado. Señalado para él y para este blogista enamorado de nuestra nueva Madrina.
Tu saber estar, tu elegancia, tu pétrea fuerza, hacían par con la sombra almenada de la fortaleza de Don Beltrán de la Cueva.
Desgraciadamente, hoy, sólo tu precioso traje plateado duerme conmigo en el armario de nuestra alcoba. Recuerdos, sólo recuerdos, que más tarde se irán con nuestras mentes. Hoy, son recuerdos muy vivos, casi realidad palpable, pero a fin de cuentas: soñada, anhelada, virtualmente resucitada en mi mente y llorada por la ausencia de nuestra protagonista. Nuestra amada Madrina.

La costumbre te llevó a la casa de la Novia. La carretera Nacional 110 no era una vía de tránsito. Toda la localidad invadía el asfalto del secular camino preeminente para: la Mesta, La Carretería y el antiguo caminar desde Levante a Santiago. A duras penas, te abriste paso entre el gentío destellando luces plateadas y del brazo de tu hijo hacia el antiguo Hospital de Peregrinos. Allí, cumplida tu larga misión de Madre, entregarías al fruto de tus entrañas, hacia su nueva vida. Dejarías a tu hijo en brazos de otra joven mujer, pero las Madres, lo siguen siendo  siempre, hasta después del último Adiós.
Esa pequeña princesita, en el lateral de la imagen, portadora de la canastilla de pétalos, es hoy es una jovencita encantadora. Si que se desprendió de los rojos pétalos entonces. Hoy es una entrañable amiga, compañera de juegos y apunta a maternal cuidadora de nuestros nietos.

Nuestros invitados: vallisoletanos, segovianos, algunos conocedores de las Cinco Villas, otros no, me ocuparon en una pormenorizada preparación para el programa de llegada a la Boda. Horarios de trenes y autobuses. Planos de Ávila con zonas de estacionamiento libre, señalización del lugar de agrupamiento. Gracias a Dios, todos subieron a bordo. Abrazos de Valladolid a Segovia... y !como no!, espontánea, vibrante, surgió de sus gargantas la jota castellana, hasta "La Respingona" himno de El Espinar, lleno los farallones de "El Pico" y su Calzada Romana.
Algunos de ellos, años ha, patearon estos caminos en labores de Trashumancia.

En el viejo Hospital de Peregrinos, en su patio central, atestado de personal y hasta en las ventanas de su primera planta, seguimos todos, emocionados la ceremonia. Nuestros recuerdos, los de la Madrina y los míos volaron, sin querer hacia el hijo que perdimos en accidente de carretera. Lo que, ni por asomo, pasó por nuestras mentes fue  el estigma del futuro. A los pocos años, de nuestra amada Madrina, de su pétreo valor, de su acendrado corazón y cariño sólo nos quedaría su sagrada Memoria y su plateado traje ceremonial.

A pesar de ello, me atrevo a brindar contigo Madrina por nuestros 48 años de convivencia matrimonial. Levanto mi dolorosa copa por toda tu vida de madre entregada, de esposa fiel, de ejemplo admirable en todo tu vivir, tu callar, tu sentir y en tu Adiós.



VA POR TI, MADRINA. BUENAS NOCHES.
https://www.youtube.com/watch?v=XRie9fu2Wz0

jueves, 26 de noviembre de 2015

REPINTANDO RECUERDOS: MINGUBELA.


 Me ha sorprendido nuestro álbum con esta imagen. La familia al completo en Ojos Albos, en Peña Mingubela. Tú, mamá, tan casera, calzada de zapatillas deportivas, chaquetón cabe tu regazo, agradeciendo los rayos de la puesta del sol. Álvaro, charlando contigo. El día, resultó fresquito pero Ávila cuenta con tantas horas de sol como Málaga y es -Ojos Albos- el último municipio abulense que despide al Astro Rey.

 Foto de Mayo de 1990. De esta imagen sólo vivimos dos antropomorfos: Alfonso el acostado sobre el pasto y yo, el tomador de la instantánea. Los zoomorfos, las ovejas que bajan de la Peña de la Mora, dejaron de pastar hace mucho. Tras muchos años, mama, quiero agradecerte el gesto de acompañarnos -entonces - a las pinturas rupestres del Cerro de  La Cabra. Quien pudiera rehacer el camino -contigo y con Álvaro- para vivirlo sin la naturalidad del pasado, para gozarlo con la intensidad del solitario presente, quizás dolido por no haber elevado al máximo aquella naturalidad.

De Ojos Albos era uno de mis mejores amigos: Jesús González Garzón. Fuimos compañeros de trabajo en varias empresas: confianza, apoyo y franco compañerismo, no sólo en la tarea, también en las horas de comidas, cafés y conversación. Por él, le tengo un especial afecto a Ojos Albos, a su tierra colorada -transportada en carros- para el solado cerámico de pisos. A sus encinas, a sus piedras, a sus pinturas rupestres. Nuestro último cometido -juntos- fue en la localidad de Montoro, en la antigua fábrica de aceite de "La Alcaparra". Por ello no puedo resistir el impulso de descargar una foto familiar, obtenida a la terminación de los trabajos, en la que nos acompañó mi familia. Garzón, descansa en paz, volveremos a juntarnos, una vez más, en Tornadizos, en su camposanto. Es nuestro sino, juntos hasta el final.

Peña Mingubela es un abrigo o refugio de unos 33,00 metros cuadrados. Oquedad abierta en un farallón de cuarcita micácea de unos 20 metros de altura. A sus pies discurre el arroyo Valdeláguila enviando, hacia el río Voltoya, sus cristalinas aguas. Ojos Albos. "Oios aluos" manar de aguas. 

Al ascender el valle, sobre enormes peñascales, divisas circulares manchas de musgos y líquenes blanquecinos, cual ojos blancos, que te provocan la osadía toponímica de atribuir a esos círculos la denominación de la localidad.

 Por el camino de ascenso, multitud de aves juegan a adelantarte en tu progresar: cogujadas, alondras, alcaudones mirlos y pinzones.
Antes de alcanzar el abrigo, dos líneas defensivas, arruinadas, cierran la subida hasta Mingubela. Antes muros, hoy lindes de encerraderos.

Las tropas de Aníbal arrasan el castro de las "Cogotas" en el verano del año 220 antes de Cristo. Tras ello, el ejercito cartaginés sufre una grave derrota en el valle del Tajo.

Las pinturas de Peña Mingubela presentan escenas de hombres armados con espadas rectas, curvas, falcatas, tahalí, dotados de yelmo, escudo. Con el pelo recogido en la nuca, algunos mostrando el falo, otros yacentes. Aparecen figuras tectiformes, zoomorfas, cuadrúpedos y hasta un supuesto caballito de mar que a mi, más me parece la silueta de una abubilla.

Las pinturas están sin datar. Se atribuyen a 3 fases: Broce Final, Edad del Cobre , Hierro II y, posiblemente otra más tardía.

Dada la frialdad del entorno, subimos en mayo por la tarde, bien abrigados, no conduce a un asentamiento permanente. El abrigo de la Peña se utilizaría para resguardo pastoril. Quizás para refugio temporal tras la intervención de Aníbal. Las pinturas parecen narrar un combate, una victoria, un hecho glorioso, motivo suficiente para convertir el abrigo rocoso en un recuerdo a conmemorar y celebrar, cada año, la narración pictórica.

Llama la atención la maestría en elaborar los pigmentos. Algunas de las imágenes representan el encuentro, la lucha entre dos contendientes. En primer plano un guerrero diseñado con pigmentación fuerte, acentuada, tras él otra figura, en pugna con el primero, con pigmentación más leve. Como si el autor dominase ya la perspectiva de color entre planos avanzados y lejanos. Existe y se creó una relación entre todas las figuras del conjunto. Época, tras época, se añaden nuevas imágenes. ¿Distintas?, no. Cada vez se acrecienta, con nuevas formas, la narración pictórica como aditamento -añadido- a la idea central.
 




No cabe duda que los autores dominaban la técnica de los pigmentos. Su molido y fragmentación, su disolución en agua, la aplicación de calor para ganar en oscuridad. El óxido de hierro (hematita roja mas goethita amarilla, unida al cinabrio y la caolinita) se tornaba en múltiples tonalidades: rojo carmín, vinoso y violáceo.

Los útiles de aplicación eran principalmente las yemas de los dedos y los cóndidos metacarpianos, esas articulaciones que surgen donde un hueso de la mano, se articula con el siguiente. No existe duda sobre el uso de primarios pinceles para lograr trazos mas finos y delicados.

Me asombró la ingenuidad para representar el ojo humano. En un rostro circular aparece un hueco, también circular, exento de pigmento.

Quien desee interesarse con minuciosidad del pormenor e interpretación de cada conjunto de pinturas, puede lograrlo descargando el estudio de Don Fco. Javier González - Tablas Sastre.

Faltaba un nexo de unión entre la pintura rupestre de la Sierra de Francia y las de la vecina Segovia. Peña Mingubela es el enlace, el vínculo.


GARZÓN, MAMÁ, REPINTANDO MIS RECUERDOS.
!MUY BUENAS NOCHES!.





lunes, 23 de noviembre de 2015

CARDEÑOSA Y SU "BARBADA"

Por muy "barbada" que parezca, Conchita Wurst no es de Cardeñosa, es austriaca. Tampoco es mujer, es un varón llamado Thomas Neuwirth, un travesti, dolido en su adolescencia por el trato dado a su orientación sexual. Eso sí, ganadora -con toda la barba- de ell Festival de Eurovisión del año 2014 con su canción " Rise like a phoenix".


El Hirsutismo, desajuste hormonal de: andrógenos, progesterona y testosterona. Entre ellos, el síndrome de ovario poliquístico, transforma -en algunas mujeres- el vello en cabellos. Ya de antiguo "Las Crónicas de Nuremberg" (Liber chronicarum) apuntaban esta cualidad y hasta la grababan en sus imágenes. Afectaba al rostro, abdomen y partes íntimas. En muchos casos, aparecía la calvicie sobre su frente. La mujer, se masculizaba, hasta su voz cambiaba, haciéndose menos aguda y más grave.

  
Nuestro maestro Ribera " El Españoleto", entre sus oscuros cuadros, nos legó el lienzo que retrata a la italiana Magdalena Ventura con su esposo, dando de mamar a su retoño: larga barba, calvicie, masculinización, son "pormayores" pincelados con real crueldad fotográfica.
El lienzo impresiona, presentando -en primer plano- la luminosidad de esta desviación.Ante ella, el observador desea acurrucarse en lo más oscuro del fondo.
Magdalena es retratada a sus 52 años, hasta su edad de 37 era una mujer agraciada.

Tornemos a la localidad abulense de Cardeñosa, afamada por muchos aspectos: sus tramos de calzada romana, su cerro de " La Horca", el Calvario hasta "Las tres Cruces", sus berrocales lajados por la cantería, sus  vestigios visigóticos, sus diestros canteros, su castro de Las Cogotas, hasta aquella trucha envenenada, que acabó con la esperanza de un Alfonso XII sepultado en la Cartuja de Miraflores. Cedió, con su partida, los derechos dinásticos a su hermana Isabel " la Católica". Si algún día visitas Ávila, no te pierdas Cardeñosa. Hasta hace muy poco, a las puertas de sus casas, contaban con roseteadas piedras donde sentarse - cada noche- para dialogar entre vecinos. Poco a poco han desaparecido muchas. ¿Puestas a buen recaudo?.

Cardeñosa es la cuna de su Patrona. Santa Paula Barbada.
Paula era una hermosa joven cardeñosense. Cultivaba un huerto regado por las aguas del Adaja. Cada día, emprendía el camino hacia la cercana Ávila ,para vender en el mercado los frutos de su trabajo. 

La suponemos acompañada de su borrico, subiendo el Calvario de Cardeñosa hasta"las Tres Cruces" dejando a su vera la ermita. Bajaba por el tramo de la calzada romana entre encinas y berrocales. Al acercarse al puente frente al cubo de la Mancebía, caminaba presurosa y temerosa. Todos los días un mal caballero la cortaba el paso con su montura. Lenguaraz, el jinete, la solicitaba de amores lascivos. Ella, jadeante, corría a refugiarse en la ermita de San Segundo a orar, como solía hacer -cada día- antes de subir al mercado.

 Ese día, el mal caballero la invitó a subirse a su  grupa. Paula, nerviosa, sin aire en su pecho, arrancó-rauda como el viento- hacia la ermita donde se refugió, temerosa del osado malandrín. En la huida, abandonó su borrico y su mercancía. Postrada ante el  altar, solicitó a Dios afease su rostro y figura, para librarse de la provocación e insana pasión de su perseguidor.

El mal caballero tomó las riendas del borrico, al llegar a la puerta de la ermita, se apeó de su cabalgadura. Tras sujetar a ambos cuadrúpedos, oteó los alrededores, observó que nadie deambulaba por el entorno de la ermita. Cegado por la pasión penetró en la oscuridad románica del templo.
Entrevió una tenue figura arrodillada sobre las losas, Puso su pecaminosa mano sobre el hombro de la arrodillada y... la orante tornó su rostro hacia él. Paula, masculinizada, mostró su temeroso rostro cubierto de una espesa barba, sus revueltos cabellos mostraban una incipiente calvicie, sus finas cejas se tornaron en espesos mechones que cubrían sus ojos. El apasionado caballero quedó impresionado, no osó preguntar si una moza estaba en el interior del templo, se despidió del falso ermitaño, subió a su montura y, al trote, desapareció tras el cubo de la Mancebía, para nunca más volver.

La solicitud de Paula había sido atendida. Con el tiempo, abandonó su huerta de Cardeñosa para regar sus hortalizas cabe la ermita de San Segundo, donde asentó su estancia y nueva vida.

Venerada y proclamada Santa, sus restos reposan en la ermita, al lado del Evangelio. Una losa muestra grabada una cruz, sobre ella, de rodillas, Paula solicitó ayuda al Señor, esta vez -el hirsutismo- bajó desde lo más alto hasta el bello rostro de Paula.

Sus devotos cofrades, canteros, segadores de sus mieses, una vez al año, visten la antigua capa castellana y cubren sus testas con el sombrero de ancha ala, en honor de su Santa Paula Barbada.


Querida esposa. Durante tu obligado reposo, escayolados tus brazos, recuerdo haberte ayudado a quitarte, con tus pinzas, un largo pelo sobre tu ceja. Tras ello, tu intervención quirúrgica y tu partida hacia tu Estrella, bella de cara y limpia de tez. Un fuerte abrazo.

Mamá, buenas noches.


https://www.youtube.com/watch?v=9ZEGLS9YMJc

domingo, 22 de noviembre de 2015

PATATAS REVOLCONAS o "meneás".

Tras la caminata de ayer hasta Cantiveros, a mi se me ha despertado el apetito. Mamá, permíteme llegar hasta Madrigal de Las Altas Torres, cerca queda, para saciarme con un plato de "patatas meneás". Desde que te fuiste, no he vuelto a probarlas.

Y es que en Madrigal, dentro de su muralla ovalada, entre 1593-95, se sirvieron muchos platos "meneados", especialmente la bufa e intentona del " Pastelero de Madrigal".


En 1568 y  en la batalla de Alcazarquivir -para regocijo de los judíos expulsados de Portugal- fallece en combate- el rey lusitano Don Sebastián I; no sólo muere él, también son abatidos los dos sultanes contra los que peleaba. Su cuerpo, tras la batalla, no aparece. Los judíos de Marruecos temían ser exterminados, si no tornaban al cristianismo, amenaza proclamada contra ellos por Don Sebastián, deseoso de dominar las costas marroquíes asegurando así: el Comercio y franco paso de las naos portuguesas hacia Ceuta y la lejana Goa.

El sencillo pueblo portugués, guardaba en su corazón la esperanza de que Don Sebastián apareciese inesperadamente.

Un insistente valedor de esta esperanza fue Don Antonio, prior de Crato al frente de una legión de frailes intrigantes de la unión peninsular en la persona del rey Felipe II.

Uno de los frailes seguidores del prior de Crato, fue el agustino Fray Miguel de los Santos, superior provincial de su Orden. Sus intrigas y sus prédicas contra Felipe II, obligaron al Monarca a trasladarlo a Salamanca donde permaneció dos años encerrado.

Compadecido de su destierro, le fue permitido trasladarse a Madrigal como vicario del monasterio  de monjas de Santa María la Real.
Este  monasterio, fue refugio forzoso de damas importantes: en sus muros, palacio antiguo de Juan II, y casa natal de Isabel "la Católica", vivieron dos hijas bastardas de Fernando "el Católico", algunas damas nobles castigadas por Isabel de Portugal madre de Felipe II, y allí permanecía, ahora, Doña Ana María de Austria, nacida en el palacio de la Princesa de Éboli, en Pastrana, fruto de un amor ilegítimo de Don Juan de Austria hermano del Rey..

Fray Miguel, ejerció de vicario durante 11 años dedicados a la intriga y a favor del prior de Crato, manteniendo relaciones con él y con personajes portugueses.

En su corto seso, ideó encender de nuevo las esperanzas del pueblo llano de Portugal resucitando la figura de Don Sebastian I. El "resucitado" lo tenía a mano, un vecino de Madrigal llamado Gabriel Espinosa. Pastelero de profesión con obrador de "hornazos" (panes conteniendo lomo, chorizo y jamón),  "Mondas" (panes cubriendo: 

tortilla
 aderezada, con picadillo de chorizo y lomo), pasteles, no, sólo el que montaron Espinosa y Fray Miguel. 

Gabriel era oriundo de Toledo, no tenía padres conocidos, era expósito, según Cabrera "de los echados en la piedra, y que la Iglesia piadosa cría". Astuto, mañoso, soldado en Portugal, conocía la lenguas portuguesa y alemana. Muy Semejante en el talle a Don Sebastián: cabello rubio, cejas del mismo color y modo de andar y montar noble.

Con estas cualidades, el fraile convenció a Espinosa para prestarse a la farsa de fingirse Don Sebastián. El astuto agustino le prometió casamiento con la inocente monja Doña Ana de Austria para reinar ambos en Portugal. Le mintió,. ya que se desharía de él para sentar en el trono al prior.


Fray Miguel, convenció a Doña Ana, inocente paloma, ingresada de niña en el monasterio, sin vocación, mimada entre joyas y caprichos, para relacionarse con el pastelero.

Dejóse engañar Doña Ana y prendada, regaló numerosas joyas a Gabriel.
Fray Miguel, concertó una entrevista en Francia entre  el prior Antonio , allí residente, y Gabriel de Espinosa. Hasta hizo venir de Portugal a partidarios de su idea para que viesen, personal y ocultamente, al pastelero.

Por fin, se preparó el viaje a Francia de Gabriel de Espinosa quien viajó disfrazado de cirujano. Portaba cartas  para Antonio Pérez y para el rey de Francia. Llegado Gabriel a Valladolid, paseó sus afueras y los bajos ambientes. Trabó relación con una mujer de mala vida a la que mostró sus joyas. Ella, temerosa de que las joyas fuesen robadas, lo puso en conocimiento de la justicia.

El alcalde de aquella Corte, Don Rodrigo de Santillán, lo apresó, se incautó de las joyas y las cartas y finalmente, el pastelero, fue ahorcado en Valladolid  por alta traición "embustero y que siendo hombre baxo se hizo persona real".

La tradición popular asegura que Espinosa fue colgado en la horca, al pie de la torre parroquial en Madrigal;  su cuerpo,  hecho cuartos, lo colgaron en las cuatro puertas de la muralla. 

La justicia registró el convento de Madrigal, hubo censuras y excomuniones del provincial agustino por la violación de la clausura.

Fray Miguel, llevado a Madrid, vino a morir colgado de la horca en la plaza pública (19 de octubre de 1595).

Doña Ana, condenada a encierro perpetuo  en el monasterio de Ávila y privada de su título de excelencia.

El 26 de agosto de 1595 muere en París, arrepentido del daño causado, Don Antonio, prior de Crato abandonado de ingleses y franceses a quien llamaban rey de Portugal. En comunicado de Ibarra al marqués de Castel-Rodrigo dice" Dicen que murió como cristiano; y si lo era, mejor está allá, para él y para todos".

Con tanto ahorcado, encerrado y enterrado,  ¿Me sentarán bien las patatas "meneás"?. !Por favor!, una jarra de vino de Madrigal, denominación de Rueda. Ese que lograba versos eternos de Fray Luis de León en su estancia madrigaleña.

 Permitirme insertar esta canción dedicada a mi Señora. Mi cuidadora. Perdón, por abusar de vuestra confianza. Me encanta cerrar el día con este vídeo y sus estrofas cantadas por niños.                                        

                                                                                                                                    https://coroparroquialsanmiguel.wordpress.com/tag/buenas-noches/



AL ACABAR EL DÍA QUE HE VIVIDO EN TU AMOR,
HOY TE ALABO Y TE DIGO !BUENAS NOCHES MAMÁ!

jueves, 19 de noviembre de 2015

UN ALCAIDE RETA A UN REY.

En la Entrada anterior "El Portillo de la Mala Ventura", recordamos la leyenda -transmitida hasta nuestros días- sobre la traición de Alfonso de Aragón contra los sesenta rehenes: inocentes y garantes de la seguridad del aragonés.

El portillo por donde salieron y por el que nunca volvieron, fue cerrado a cal y canto -en señal de duelo- hasta el siglo XV.

Los valerosos caballeros de Ávila -terror de sarracenos-contemplaron la execrable escena del crimen. Entre los fallecidos se hallaba el hermano del aguerrido Nalvillos Blázquez. El Alcaide de Ávila, Blasco Jimeno envió al campamento de "El Batallador" a los sesenta rehenes. Blasco Jimeno, se sintió ofendido en lo más hondo de su honor y dolido por la afrenta atentante a  la más fiel norma caballeresca, tomó una decisión con el fin de recuperar su  honra y hacer justicia hacia los dolidos sentimientos de los avileses.

Alfonso de Aragón, tras el aborrecido suceso de Las Hervencias, levantó su campamento y partió con sus huestes hacia el Norte.


Blasco Jimeno, sólo contaba con la guarnición de la Ciudad que permaneció en sus puestos, con el fin de custodiar la vida del "Rey Niño". Sólo restaba una única salida para lavar el honor: Partir tras las huestes de Alfonso I, darle alcance y retarle.

Blasco Jimeno y su sobrino, dieron alas a sus corceles, saltaron el río Adaja, y guiados por las narraciones de los aldeanos, y las huellas de la caballería aragonesa alcanzaron a ver la retaguardia de "El Batallador" en Fontiveros.

Dando vista a la localidad de Cantiveros, desmontaron de sus caballos, rienda en mano, atravesaron las ingentes filas de lanceros y arqueros aragoneses hasta presentarse ante "El Batallador"

Ante él, Blasco Jimeno, le llamó traidor, le acusó de deshonrar las normas caballerescas y, finalmente, le retó a un duelo a muerte.

El aragonés, sabedor del temple de los caballeros abulenses -" lobos de la guerra"- su apelativo entre los sarracenos, o temió por su vida o rompiendo una vez más las normas caballerescas, dio orden a sus lanceros para que atravesasen el pecho de Blasco Jimeno y su acompañante. Otra vez más el deshonor rompió el corazón de un gran caballero abulense. Decenas de lanzas ensangrentaron el camino de Fontiveros (antiguo Fuentyuesos y Fuentevesos) a Cantiveros (antiguo Cantivesos) La sangre y el honor fueron lavados con honra por una tierra rica en puras fuentes y por los hombres que las poblaron, fieles guardianes -ellos y sus hijos- de la Memoria al mejor Alcaide de Ávila.

Dice y transcribe el eximio escritor Rodríguez Almeida tomando el texto de la Crónica de la Repoblación:

"Eh después en este lugar que a él mataron pusieron por señal un canto mui alto, e donde está oy, entre Cantiveros e Fontiveros; e después desto duró mui gran tiempo que cada año veníen los cavalleros facer allí gran fiesta en tal día como él murió, e bofordaban e alançaban e facíen grandes alegrías e daban de comer a cuantos pobres ý venían por su alma".
El Canto "mui alto" fue sustituido por una primera Cruz del Reto. Tras el deterioro de la misma, es sustituida por la actual que abre sus brazos para bandear un " pandero", un pregón, al caminante, un recuerdo al valeroso Alcaide Blasco Jimeno, honra y prez de los gloriosos caballeros avileños.


El Pandero dice así " Aquí retó Blasco Jimeno, hijo de Fortín Blasco al Rey D. Alonso el primero de Aragón, porque contra su palabra y juramento, hirvió en aceite sesenta cavalleros avileses que la ciudad le dio en rehenes, ofendido de que no le entrego al Rey Don Alonso el Sép(timo) que tenía en guarda. Y acometido del exercito real murió como gran cavallero vendiendo mui cara su vida, dexando a los venideros memoria de su valor. Año de 1116. Quien dixere una Avemaría por su ánima gana cuarenta días de perdón. El ape?co? la Torre de Velada mandó renovar este padrón en ? de se(p)tiembre de 165?"





Querida esposa. Entregaste tu vida para toda tu familia. Al ingresar en el Hospital, tu deseo era seguir con nosotros, especialmente con este vejete necesitado - al menos- de tu presencia  y compañía.
Cariño, retaste a la Muerte, tu pecho abierto, recibió las lanzadas del bisturí y las saetas de varios drenajes. Vendiste cara, muy cara, tu vida, el 28 de Febrero del 2015.
En mi pecho, he levantado tu Cruz del Reto, de sus brazos pende este Pandero.

MAMÁ, CADA DÍA TE QUIERO MÁS. SÓLO DESEO UNA COSA:

VOLVER A VERTE YA.

BUENAS NOCHES MI NIÑA.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

EL PORTILLO DE LA MALA VENTURA.

¿Mala Ventura?. No mi niña. Lo nuestro fue venturoso desde principio a fin. En ese fin, hubo una salida, un portillo por el cual te llevó el Señor a un valle venturoso para ti. Yo, no pude seguirte, no subí -tras ti- los peldaños finales:  hierático, estatuario, permanecí a este otro lado de la imponente muralla, bajo su sombra. Mientras tú, bajo un cielo estrellado, te alejabas -forzada por la ley de la muerte- hacia tu estrella, hacia el fulgor que cada noche mis ojos y los de Darío, buscan ansiosos en el azul oscuro más alto.
El amor, el acendrado cariño, dibujó en 1986 un remedo de tu bendita faz. Es lo que nos queda de tu estar con nosotros, tu faz y el recuerdo de tanto buen hacer, de tanto gesto y hecho amoroso, para quienes tuvimos la gran suerte de convivir -familiarmente- contigo.


No todos los matrimonios pueden presumir de un portillo de Buena Ventura. En Ávila, en el lienzo sur de la muralla, se abre - en el antiguo barrio judío- un sencillo portillo, un simple arquillo con matacán. Lo llaman de la "Mala Ventura". Por él, salieron en el 1111, los legendarios rehenes que Alfonso I "El Batallador" pidió para su seguridad a la Ciudad. No volvieron. La causa, un mal planteamiento matrimonial entre Urraca I, de León y Castilla y Alfonso de Aragón.

El monarca de León Alfonso VI, reinante sobre Galicia, Asturias, León y Castilla, concertó con Alfonso I de Aragón y Navarra el enlace matrimonial de su hija Urraca, viuda de Raimundo de Borgoña y madre de Alfonso Raimúndez (futuro rey Alfonso VII "El Emperador"). Para los avileses y para nosotros "El Rey Niño".

 En las estipulaciones pactadas, cada contrayente regiría los destinos de su respectivos reinos. Si el matrimonio consumado otorgaba un nuevo príncipe, éste sería el rey de todos los dominios regidos por ambos contrayentes. Esta decisión, apartaba de la línea sucesoria al Rey Niño.

 Esta estipulación malquistó a la nobleza partidaria de Urraca y su hijo. El Arzobispo de Santiago, Diego Gelmírez rompió su primera lanza (mejor, báculo) a favor del Infante, coronándole como rey de Galicia a la temprana edad de cinco años.


Urraca, abandonó, con su hijo en brazos, al Batallador, refugiándose en León. Alfonso I, levantó sus huestes invadiendo los territorios de Urraca; vencedor en la batalla de Candespina (1110) y Villadanzo (1111) planto su campamento ante la impresionante muralla abulense. Su venida hasta las almenas de la Ciudad de Los Caballeros, fue motivada por los fuertes rumores del fallecimiento del Rey Niño. 

Deseaba entrar en la Ciudad para comprobarlo; se aseguraba que el pequeño estaba refugiado en el interior del recinto amurallado. Pensaba entrar, en son de paz, por la Puerta del Peso de la Harina, acompañado de varios de sus leales caballeros. No se atrevió, por ello solicito del Regidor de Ávila Blasco Jimeno, le mostrasen al pequeño desde las almenas. Mirando por su seguridad requirió que unos sesenta caballeros saliesen a campo descubierto como rehenes y garantía de su real persona.


Unos dicen que sesenta, otros que setenta caballeros, atravesaron el Portillo de la Mala Ventura y partieron hacia el campo aragonés garantizando con sus personas la vida del Batallador.

Blasco Jimeno, mostró al Rey Niño desde lo alto de la almenadas defensas. El Aragonés tuvo la certeza de que el Niño estaba vivo y, por ello, montó en cólera. Volvió presuroso hacia su campamento y allí (aquí surge la duda y las diferencias entre historiadores, sin pruebas documentales, sobre el siguiente hecho) ordeno la muerte de los rehenes, sumergidos en tinas de aceite hirviendo.

 El lugar de su muerte se denomino y sigue llamándose "Las Hervencias". Dicen que los abulenses sometieron al buen juicio del Rey Luis VI, de Francia, el litigio por esta acción. El francés, encargó a dos entendidos jueces el caso, uno dió la razón al Batallador, el otro a los avileses.

El Rey Niño , ya como Alfonso VII, otorgó a la Ciudad de Ávila el título de ÁVILA DEL REY. En el escudo de la Ciudad se leé este título y entre las almenas de su defensas se muestra la imagen del hijo de Urraca I de León.



BUENAS NOCHES, MI REINA.
TU LEAL CASTELLANO. Casi, casi, "fervido" por tu ausencia.

martes, 17 de noviembre de 2015

BALEAN MUY ALTO

Hola Mama. Tan aficionada a los toros, no estuviste en este festejo.

En la Plaza Mayor de Madrid se celebraba un festival de lanceamiento de toros.  El turno es del Conde de Villamediana. 
Locamente perdido por la belleza de su reina.
 Presiden el festejo Sus Majestades Felipe IV y la reina consorte Isabel de Borbón, aquella a la que Quevedo dedicaba esta frase:
"Entre el clavel blanco y la rosa Su Majestad escoja".

La Real Pareja cojeaba en amoríos e Isabel, muy hermosa, de una pierna.

Volvamos al Ruedo. El de Villamediana, clava certeramente su lanza sobre el astado. La Reina comenta con Felipe IV.

El Conde, lancea muy bien.
Responde, con malicia, Su Majestad.
Yo creo que pica muy alto.

La contestación del rey, es digna de aplicación al grito de guerra de los yihadistas en París. "Alá, es grande". Su cobarde acción, contra inocentes e indefensos ciudadanos, ajenos a guerras y califatos, gentes que celebraban un acontecimiento, un aniversario, es indigna de proclamarla en nombre de su Dios.

A buen seguro, Mamá, que en vuestra Estrella contáis con numerosos seguidores del autentico Islamismo. Gentes cumplidoras de los Preceptos del Corán revelación a Mahoma del arcángel Gabriel.

Tras las primeras horas, siguientes al magnicidio. Las víctimas, eran números aritméticos: 130 muertos, 300 heridos graves. El dolor de cada uno de nosotros era: sentido, no soportado, hasta con deseos de venganza.

Poco, a poco, esas cifras numéricas se han trocado en caras, en imágenes particulares de cada víctima, en relatos de: heroísmo, de temor, de soledad e indefensión ante unos bárbaros poseedores de un cerebro activado por otros. Autómatas, dirigidos por mentes sedientas de horrores y sembradoras de miedos.

Por dar rostro a las víctimas insertamos la del joven ingeniero español de 29 años Juan Alberto González Garrido.
Ha dejado de ser un número para trocarse en un rostro sonriente, amable, de los que incitan al acercamiento y confianza.
Al  grabar su figura en nuestra mente, el dolor, el sentimiento por su partida, lo tomamos como algo propio, algo nuestro, algo que -sin pertenecernos- consideramos cual pérdida propia. Igualmente, su acción de proteger con su cuerpo a su Señora, quisiéramos apropiarnoslo y enorgullecernos por ello. Las caras, las imágenes, superan a los guarismos y acrecentan nuestro sentimiento de solidaridad.

Las ráfagas yihadistas apuntaron muy alto, enfilaron a su Dios y a toda la Humanidad. Se llevaron a Juan Alberto pero,despertaron nuestros más íntimos sentimientos de respeto a él y de revancha hacia ellos.

Los repetidos actos terroristas, nos ponen en guardía a todos. El problema tiene difícil solucion. Nuestros Gobiernos pueden proteger muchas situaciones pero, no todas. Un ejemplo:
Los trenes AVE exigen un mantenimiento de limpieza. Lógicamente, se firma una Contrata. El contratante la cumple adecuando la contratación de su personal con salarios ajustados al monto total estipulado. ¿Quien asegura que la limpiadora no es una loba solitaria?.

Traslademos el ejemplo a funciones de limpieza en centros de enseñanza, en hospitales, en estaciones de autobuses y Metro.

La Policía, no puede dedicarse a cuidar la vigilancia de cada persona, por ello, es factible la repetición de hechos luctuosos. La Seguridad pende de miles de hilos pequeños. No cabe otra salida. Averiguar el motivo por el que, alguno de nuestros jóvenes salen de la nación que les acogió para luchar con el Califato,entrenarse y volver con el veneno inoculado en sus mentes para atentar. Algo estamos haciendo mal, pese a las  ayudas y preeminencias a los desfavorecidos. Fallamos en educación, formación y en total reintegración, cuando una pequeña parte de jóvenes, se envenenan en redes sociales malignas y destructoras.

Ya tenemos rostros, hasta ello, las familias afectadas han sufrido lo indecible: No nos llama / Su móvil no contesta / No ha regresado. Horas de espera. Llamadas a los amigos, Recorrer la noche parisina. Incertidumbre, pensar en lo peor... hasta que su rostro, su faz, apareció. Por suerte para unos en carne y hueso, para otros, por desgracia, en un !Adiós! mudo.

Mamá, que horror. Tendría - en tu marcha- que sentirme afortunado en desgracias. Al menos, nos dimos un amoroso !Adiós!.
 

MAMÁ, UN BESO EN LO MAS ALTO, EN TU BENDITA FRENTE. 
Y OTRO, MUY SENTIDO, A LOS RECIÉN LLEGADOS A TU ESTRELLA.

BUENAS NOCHES A TODOS.