Querida Justa. Querido Álvaro.
Hoy, he tenido la suerte de estar un buen rato, frente a vuestros nichos, uno -el tuyo Álvaro, abajo, sobre él el de tu Mama. Tras la Santa Misa, el Oficiante ha subido hasta el Cementerio para que todos los vecinos: los allí nacidos y los que hemos adoptado esa cuna, orásemos y os deseásemos paz y descanso en vuestra nueva Estrella.
La visita ha sido casi invernal. El fuerte viento azotaba, sin piedad, centros de flores, mármoles y fieles. A pesar del gélido ambiente, allí nos mantenía el calor amoroso de nuestros recuerdos hacia vosotros.
Siempre he tenido admiración hacia los romanos. Por múltiples facetas del pueblo imperial: sus legiones, sus calzadas, sus acueductos, sus urbes...fueron adelantados a sus siglos, legándonos ejemplos de practicidad y utilidad en servicios. No obstante su postura ética ante el logro o la derrota siempre era estoico. Nunca temieron a la MUERTE. Ante una derrota militar, un fracaso o un deshonor, tomaban la corta y acerada espada y, ellos mismos, o con la ayuda de su íntimo, acababan con su vida.
Sus mujeres, calladas, sumisas, aceptaban y honraban el último acto de su esposo, con una aceptación total.
Mama, mi Ituereña, mi Segoviana, por tus hechos, tus respuestas al mal hado, que varias veces nos ha golpeado, te he admirado con el gentilicio de Romana. En los orígenes de tu localidad suena como repoblador Domingo Ioan de Fituero. Suena eso de Fituero a Hito Miliario romano, parlante de la distancia de Ituero a Roma. Otros consideran a Ituero con origen en el vascuence "Iturri" = Fuente.
Unos pocos señalan su denominación como "tierra blanca".
La decisión es difícil, abundan las fuentes. Se abandonaron los viejos hornos de cal. La decisión final está en el blasón en la heráldica figurada en el escudo de los ituerenses. Un hito plateado en el que figura la palabra VERO.
!Acerté Mama.! Iterueña y Romana. El primer gentilicio por tu Partida de Nacimiento. El segundo, lo proclama vuestro Hito y mi enorme admiración hacia una Romana como tú.
Romana, estoica, e imperial.
Al entrar y tomar mesa en un restaurante, tras el informe de la Organización Mundial de la Salud, sobre carnes tratadas, el camarero pregunta.
¿Qué desea el Señor.?
Respuesta del comensal.
Algo que no produzca Cáncer.
Entraste en el quirófano ilusionada. Pensando en mi. En mis necesidades de contar contigo, de atenderme como una gran Romana. Eso sí, aceptante de cualquier desenlace.
Una intervención de 9 horas, posteriormente sonreíste por el buen inicio postoperatorio. La sombra del Mal Hado cubrió tu ilusión y la esperanza nuestra. Hemorragias internas, encharcados pulmonares y de abdomen.
Estoica tú, mi vida. Ni un gemido, ni una queja. Romana y, digo también, Imperial. Te fuiste mamá, como el águila imperial romana.
Mujeres así, hembras fuertes, silenciosas luchadoras, parapetadas tras la defensas de los escudos de la Centuria, os merecéis, en vuestra derrota humana, la gloria de la Victoria Eterna en nuestros corazones.
MI NIÑA. TU SI QUE ERES UN HITO -SEÑAL EN EL CAMINO- A QUIENES TE SEGUIMOS, YO Y LOS QUE FORMAN FILAS TRAS MI.
EXTIENDE TUS IMPERIALES ALAS, ESTA NOCHE Y MIL NOCHES MÁS, SOBRE ESTA LEGIÓN QUE TANTO TE DEBE Y QUIERE
Amor, buenas noches.
Hoy, he tenido la suerte de estar un buen rato, frente a vuestros nichos, uno -el tuyo Álvaro, abajo, sobre él el de tu Mama. Tras la Santa Misa, el Oficiante ha subido hasta el Cementerio para que todos los vecinos: los allí nacidos y los que hemos adoptado esa cuna, orásemos y os deseásemos paz y descanso en vuestra nueva Estrella.
La visita ha sido casi invernal. El fuerte viento azotaba, sin piedad, centros de flores, mármoles y fieles. A pesar del gélido ambiente, allí nos mantenía el calor amoroso de nuestros recuerdos hacia vosotros.
Siempre he tenido admiración hacia los romanos. Por múltiples facetas del pueblo imperial: sus legiones, sus calzadas, sus acueductos, sus urbes...fueron adelantados a sus siglos, legándonos ejemplos de practicidad y utilidad en servicios. No obstante su postura ética ante el logro o la derrota siempre era estoico. Nunca temieron a la MUERTE. Ante una derrota militar, un fracaso o un deshonor, tomaban la corta y acerada espada y, ellos mismos, o con la ayuda de su íntimo, acababan con su vida.
Sus mujeres, calladas, sumisas, aceptaban y honraban el último acto de su esposo, con una aceptación total.
Mama, mi Ituereña, mi Segoviana, por tus hechos, tus respuestas al mal hado, que varias veces nos ha golpeado, te he admirado con el gentilicio de Romana. En los orígenes de tu localidad suena como repoblador Domingo Ioan de Fituero. Suena eso de Fituero a Hito Miliario romano, parlante de la distancia de Ituero a Roma. Otros consideran a Ituero con origen en el vascuence "Iturri" = Fuente.
Unos pocos señalan su denominación como "tierra blanca".
La decisión es difícil, abundan las fuentes. Se abandonaron los viejos hornos de cal. La decisión final está en el blasón en la heráldica figurada en el escudo de los ituerenses. Un hito plateado en el que figura la palabra VERO.
!Acerté Mama.! Iterueña y Romana. El primer gentilicio por tu Partida de Nacimiento. El segundo, lo proclama vuestro Hito y mi enorme admiración hacia una Romana como tú.
Romana, estoica, e imperial.
Al entrar y tomar mesa en un restaurante, tras el informe de la Organización Mundial de la Salud, sobre carnes tratadas, el camarero pregunta.
¿Qué desea el Señor.?
Respuesta del comensal.
Algo que no produzca Cáncer.
Entraste en el quirófano ilusionada. Pensando en mi. En mis necesidades de contar contigo, de atenderme como una gran Romana. Eso sí, aceptante de cualquier desenlace.
Una intervención de 9 horas, posteriormente sonreíste por el buen inicio postoperatorio. La sombra del Mal Hado cubrió tu ilusión y la esperanza nuestra. Hemorragias internas, encharcados pulmonares y de abdomen.
Estoica tú, mi vida. Ni un gemido, ni una queja. Romana y, digo también, Imperial. Te fuiste mamá, como el águila imperial romana.
Mujeres así, hembras fuertes, silenciosas luchadoras, parapetadas tras la defensas de los escudos de la Centuria, os merecéis, en vuestra derrota humana, la gloria de la Victoria Eterna en nuestros corazones.
MI NIÑA. TU SI QUE ERES UN HITO -SEÑAL EN EL CAMINO- A QUIENES TE SEGUIMOS, YO Y LOS QUE FORMAN FILAS TRAS MI.
EXTIENDE TUS IMPERIALES ALAS, ESTA NOCHE Y MIL NOCHES MÁS, SOBRE ESTA LEGIÓN QUE TANTO TE DEBE Y QUIERE
Amor, buenas noches.
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