Por muy "barbada" que parezca, Conchita Wurst no es de Cardeñosa, es austriaca. Tampoco es mujer, es un varón llamado Thomas Neuwirth, un travesti, dolido en su adolescencia por el trato dado a su orientación sexual. Eso sí, ganadora -con toda la barba- de ell Festival de Eurovisión del año 2014 con su canción " Rise like a phoenix".

El Hirsutismo, desajuste hormonal de: andrógenos, progesterona y testosterona. Entre ellos, el síndrome de ovario poliquístico, transforma -en algunas mujeres- el vello en cabellos. Ya de antiguo "Las Crónicas de Nuremberg" (Liber chronicarum) apuntaban esta cualidad y hasta la grababan en sus imágenes. Afectaba al rostro, abdomen y partes íntimas. En muchos casos, aparecía la calvicie sobre su frente. La mujer, se masculizaba, hasta su voz cambiaba, haciéndose menos aguda y más grave.

El lienzo impresiona, presentando -en primer plano- la luminosidad de esta desviación.Ante ella, el observador desea acurrucarse en lo más oscuro del fondo.
Magdalena es retratada a sus 52 años, hasta su edad de 37 era una mujer agraciada.

Cardeñosa es la cuna de su Patrona. Santa Paula Barbada.
Paula era una hermosa joven cardeñosense. Cultivaba un huerto regado por las aguas del Adaja. Cada día, emprendía el camino hacia la cercana Ávila ,para vender en el mercado los frutos de su trabajo.
La suponemos acompañada de su borrico, subiendo el Calvario de Cardeñosa hasta"las Tres Cruces" dejando a su vera la ermita. Bajaba por el tramo de la calzada romana entre encinas y berrocales. Al acercarse al puente frente al cubo de la Mancebía, caminaba presurosa y temerosa. Todos los días un mal caballero la cortaba el paso con su montura. Lenguaraz, el jinete, la solicitaba de amores lascivos. Ella, jadeante, corría a refugiarse en la ermita de San Segundo a orar, como solía hacer -cada día- antes de subir al mercado.
Ese día, el mal caballero la invitó a subirse a su grupa. Paula, nerviosa, sin aire en su pecho, arrancó-rauda como el viento- hacia la ermita donde se refugió, temerosa del osado malandrín. En la huida, abandonó su borrico y su mercancía. Postrada ante el altar, solicitó a Dios afease su rostro y figura, para librarse de la provocación e insana pasión de su perseguidor.
Entrevió una tenue figura arrodillada sobre las losas, Puso su pecaminosa mano sobre el hombro de la arrodillada y... la orante tornó su rostro hacia él. Paula, masculinizada, mostró su temeroso rostro cubierto de una espesa barba, sus revueltos cabellos mostraban una incipiente calvicie, sus finas cejas se tornaron en espesos mechones que cubrían sus ojos. El apasionado caballero quedó impresionado, no osó preguntar si una moza estaba en el interior del templo, se despidió del falso ermitaño, subió a su montura y, al trote, desapareció tras el cubo de la Mancebía, para nunca más volver.
La solicitud de Paula había sido atendida. Con el tiempo, abandonó su huerta de Cardeñosa para regar sus hortalizas cabe la ermita de San Segundo, donde asentó su estancia y nueva vida.
Venerada y proclamada Santa, sus restos reposan en la ermita, al lado del Evangelio. Una losa muestra grabada una cruz, sobre ella, de rodillas, Paula solicitó ayuda al Señor, esta vez -el hirsutismo- bajó desde lo más alto hasta el bello rostro de Paula.
Sus devotos cofrades, canteros, segadores de sus mieses, una vez al año, visten la antigua capa castellana y cubren sus testas con el sombrero de ancha ala, en honor de su Santa Paula Barbada.

Querida esposa. Durante tu obligado reposo, escayolados tus brazos, recuerdo haberte ayudado a quitarte, con tus pinzas, un largo pelo sobre tu ceja. Tras ello, tu intervención quirúrgica y tu partida hacia tu Estrella, bella de cara y limpia de tez. Un fuerte abrazo.
Mamá, buenas noches.
https://www.youtube.com/watch?v=9ZEGLS9YMJc
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