Mi muy querida esposa. Esta mañana, tras recoger a nuestro nieto Darío en la salida del "cole", vinimos a casa para almorzar. Mientras el peque se lavaba las manos, fijó su mirada en el florero que, de siempre, tienes en la encimera del lavabo.
-Yayo, ¿quien pone esas flores?.
Le contesto.
- La yaya Justa, Darío-
Vuelve a inquirir.
- Y ¿nos ve la yaya?
-Pues sí, nos ve-
Entonces replica.
-Pues yo, no la veo. Si tú la ves, dila que cambie la rosa amarilla por una roja y, en la estrella, ¿tienen casa?.
Huelga decir que anonadado por su interrogatorio, salgo presuroso del baño verde, el de los "peques" y escondo mis húmedos ojos en el baño azul.
Esta inocente conversación me movía a titular este blog con el lema TERESA Y LAS ROSAS. Indagué, consulté y leí pero, rosas sólo hallaba en la delicada Teresita de Lisieux.
Nuestra Santa de Ávila, cual castellana de la Moraña, era más labradora que florista y por entonces, el arte floral: desconocido, muy personal, sin cánones nipones.
Su alma recia, soñaba con comenzar un huerto en tierra infructuosa para deleite y paseo del Señor. La labor: arrancar las malas hierbas pronto y sembrar de activos hechos el surco de la vida. Si tardas en arrancar las hierbecillas malas, pueden trocarse en árboles pecaminosos que, para retirarlos sería preciso usar la pala y el azadón.
Las obras del huerto teresiano tienen raíces que darán flores, cual árbol de amor.
Digo yo. El huerto de nuestra Teresa tiene que haber influido notablemente en la decisión tomada por la ONU para determinar que el día 15 de Octubre fuese dedicado a la Mujer Rural.
Un porcentaje muy alto de mujeres se dedica en todo nuestro mundo a tareas rurales: sembrados, huertos, pequeñas plantaciones, ganadería, cuidados de aves ponedoras y reproductoras, uso de maquinaria agrícola y hasta la dirección de grupos de rurales emprendedoras.
Y, es que, la mujer de hoy salta con placer del medio urbano al rural, unas veces por ayudar, otras por necesidad y siempre para realizarse.
Teresa, adelantada en todo, es la Santa de Ávila. Una localidad morañega,
Gotarrendura, reclama ser la "patria chica" de la Santa. En Ávila, no consta el registro de su nacimiento. En Gotarrendura, al Libro de nacimientos le faltan 30 hojas correspondientes a los nacidos en el año 1515. En dicha localidad, nacieron los hermanos de Teresa, en Gotarrendura murió su madre Doña Beatriz de Ahumada.
Digo adelantada en todo, sí hasta en mujer rural, pues todavía se conserva en la localidad morañega el palomar propiedad de los Ahumada. En él, Teresita acariciaría, con mimo, a los pichones recién nacidos, en ausencia de mamá paloma.
Mira por donde puedo relacionar a Teresa con las flores. He dado con la imagen del Captus Orquídea popularmente denominado "Pluma de Santa Teresa."
MAMA, ES ROJA COMO LA ROSA QUE TU NIETO TE HA PEDIDO.
SEGÚN ÉL, TU SI QUE NOS VES Y OYES. YO TE AYUDARÉ A SUSTITUIR LA ROSA AMARILLA.
ROSA NUESTRA, CUIDA DESDE TU ESTRELLA DE NOSOTROS.
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