sábado, 24 de octubre de 2015

VERÉ TU ESTRELLA, UNA HORA ANTES.

Mi muy querida Justa. Que tranquilidad la vuestra, la tuya y la de toda alma viviente en la Estrella. !Claro, allí sólo tenéis reloj de sol. Por aquí abajo, los relojes de todo tipo: analógicos, digitales, de cuarzo, y enormes -para medir un día- de arena. Según necesidades existen varios: de pulsera ( los tuyos), de bolsillo ( los del abuelo), de salón ( afrancesados ellos), el reloj de Cuco (pajarito que nos trina cada media hora) y el más sonoro y campanudo, el reloj de nuestra gótico-románica Catedral.

Con tanto cronómetro, se espera una noche muy movida para los amantes de la exactitud horaria. Hoy, decretazo: a las 3 de la madrugada se retrasan las agujas a las 2 horas. Yo, soy amante de la exactitud horaria, pero no pienso despertarme a las 3 de la madrugada. Ya tengo todos nuestros relojes cumpliendo el decretazo, hace una hora.

Recuerda mama. Siempre te sonreías, cada cambio de hora, de mi maldita costumbre de retrasar o  adelantar nuestros relojes sobre las 22,00 horas. Y esbozando una franca risita me decías: 
Impaciente. ¿Ya cambiaste la hora?
Nin, te falta por cambiar mi reloj de pulsera.
Mamá, se me olvidaba. Ahora mismo te le pongo en la nueva hora.
Tomaba tu mano, desprendía la pulsera, y tu reloj quedaba a punto para el mañana.

Desgraciadamente, hoy, he retrasado todos los relojes del hogar. Todos, menos los  tuyos de pulsera, preciosos como tú, pero dormidos ya, desde que tú dejaste todos, para entrar en el quirófano -sin aditamentos metálicos- y usarlos de nuevo, en tu vuelta al hogar. Relojes y hogar que, lastimosamente, no volviste a usar y pisar. Respeto me dan tan solo el tocarlos. Son joyas de mi JOYA más querida.

DOS ESPAÑOLES TRES OPINIONES.
Unos, agradecen los cambios horarios. Otros, los detestamos pues nos 
desequilibran el ritmo del diario quehacer, mortifican nuestro descanso nocturno y nos privan, unas veces, del sol o las tinieblas y otras, nos regalan más luz y menos oscuridad.

Vivimos, sin protestar, con horas de Berlín, germanófilos somos, cuando lo normal, sería disfrutar del horario según el huso  del meridiano de Greenwich.

Yo, mama, te dije siempre, que ahorraríamos energía en hogares, oficinas y comercios. Pero, nunca en los grandes centros fabriles de las multinacionales. Allí, en ellos, se trabaja a tres turnos, 24 horas. ¿Supone el cambio horario, ahorro de energía, en los grandes consumidores?. NO.

No tengo ganas de sonreír mamá, pero permíteme una broma de Abuelo Canguro. Si mis nietos, hacían "pis" tras la salida del "cole" a las 14,20 horas -antes del cambio- y en casa del "Yayo"; ahora se lo harán a las 13,20 horas. ¿En sus pantalones?. Rápido, a la tienda de ropa infantil:
!Por favor, urgente!. Unos pantalones vaqueros y unos calzoncillos de la talla XL. Gracias.
Y, como ven, estos cambios del huso horario, nos afectan a Mayores y Niños en muchas cosas.! Por favor!, dejen a nietos y abuelos hacer "pipí" como siempre. Volvamos a la hora del reloj solar. Sí, ese reloj que rige la naturaleza, que adoptan las aves, los animales, los insectos y las plantas. Que no pasa nada!. Volvamos al reloj de Eva y Adán.
¿Ahorro?, !que va!. Lo que ahorramos en energía, quizá nos lo gastemos en píldoras farmacéuticas.


Mamá, se me olvidaba.
¿Tenéis allá arriba un arcángel, relojero de los de
antaño?.
Mandarle, por favor a Londres. El Big Ben tiene problemas. !Cómo no!. Con tanto cambio horario.
Un batir de alas y a la torre del Parlamento. Gracias bonita.


BUENAS NOCHES, MI CIELO. !HASTA MAÑANA! CON LA NUEVA HORA !eh!.

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